Alemania vuelve a desplegar a su Ejército para luchar contra la pandemia de coronavirus
El país, que alcanza una tasa diaria de 228 muertos por covid, movilizará 12.000 soldados entre noviembre y diciembre
El operativo, de momento hasta Navidad, ayudará en tareas de apoyo logístico y en distribución de vacunas
El Gobierno central y los regionales estudiarán medidas adicionales para promover la vacunación
La asociación que engloba a los doctores de cuidados intensivos de Alemania ha pedido ayuda y el Ejército ha respondido con la movilización de 12.000 efectivos. Estos llevarán a cabo tareas de apoyo logístico y distribución de la tercera dosis de refuerzo de la vacuna, principalmente en residencias y hogares particulares de ancianos. Los primeros 6.000 soldados entrarán en acción en noviembre y el resto, en diciembre.
El operativo estará activo, en principio, hasta Navidad, pero a la espera de nuevas órdenes si la expansión del virus lo requiere. El Ministerio de Sanidad alemán evita así disponer de personal médico y sanitario que podrá reforzar a su vez las UCI, en alerta por el repunte de la incidencia, que la semana pasada batió cinco récords consecutivos y que actualmente alcanza 277,4 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en siete días. El número de contagios diarios supera los 45.000.
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No es la primera vez que el Ejército alemán apoya al sistema sanitario en esta pandemia. En 2020 llegó a desplegar 10.000 soldados para este tipo de servicio y se comprobó que su intervención salvaba vidas. Por eso, se vuelve a recurrir a él en un momento en que la tasa diaria alcanza los 228 fallecimientos.
La intervención del Ejército resultará clave, además, en un momento de transición entre el Gobierno saliente de la canciller, Angela Merkel, y la posible coalición que le sucederá, liderada por el socialdemócrata Olaf Scholz, que está negociando todavía los términos del acuerdo con verdes y liberales. Los potenciales socios se han adelantado a la firma del acuerdo y han presentado conjuntamente al Parlamento un catálogo de medidas que incluyen nuevas restricciones para los no vacunados.
Entre los puntos filtrados a la prensa, el más controvertido es la aplicación ya en noviembre de la normativa denominada 3G en los lugares de trabajo, lo que significa que solo accederán a ellos los empleados vacunados, curados de la enfermedad o con un test de 24 horas máximo de antigüedad. Esta exigencia complicará en extremo el día a día de las empresas, además de dar a los directivos de personal potestad para reclamar a los empleados información fidedigna sobre su estado de vacunación.
A la hora de la verdad, obligará a muchas empresas a volver a implementar el teletrabajo y se teme un daño significativo en la productividad, como ya ocurrió el invierno pasado.
Solo el 67,5% tiene la pauta completa
Para el próximo jueves se ha convocado una reunión entre el Ejecutivo central y los regionales en la que se estudiarán medidas adicionales para promover la vacunación. Solo un 67,5% de los habitantes del país tiene la pauta completa, mientras que el 70% ha recibido al menos una dosis. Merkel dirigió un mensaje a la población, alertando de la situación y llamando a un "esfuerzo nacional" para contener la ola de contagios.
Los expertos alemanes coinciden en que el país se enfrenta a un duro invierno, con altas tasas de mortalidad por coronavirus. El jefe del departamento de virología de la Charité de Berlín, Christian Drosten, ha avanzado que otros 100.000 alemanes morirán durante esta estación a causa de la pandemia.