Un albañil gana 122 millones de euros y decide construir él mismo su nueva casa: "Es algo simple"
Se ha comprado un terreno de seis hectáreas en el que construirá su nuevo hogar
El albañil le prometió a sus hijos que en su nueva casa construiría una habitación para cada uno de ellos
Su primera compra tras ganar el sorteo fue una furgoneta de segunda mano
Steve Thomson es un albañil inglés de 42 años que se convirtió en personaje famoso tras ganar 122,7 millones de euros en el sorteo de Euromillones el pasado mes de noviembre de 2020. Thomson sorprendió a muchos con unas declaraciones en las que aseguraba que iba a terminar sus encargos hasta Navidad, para no dejar tirados a sus clientes, pese a ser multimillonario.
Meses después, el multimillonario volvía a hacerse noticia tras conocerse que se había comprado una furgoneta Volkswagen de segunda mano, lo que le permitió ahorrar una cifra cercana a los 12 000 euros, pese a no tener problemas para afrontar el pago completo de un vehículo nuevo.
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Ahora, Steve Thomson ha vuelto a acaparar los titulares de los principales medios de comunicación ingleses al conocerse su nuevo propósito. El albañil ha decidido construirse él mismo su nueva casa. Al parecer, Thomson ha comprado un terreno de seis hectáreas en el que construirá su nuevo hogar.
Sin embargo, en vez de contratar los servicios de un equipo de obreros Thompson prefiere ser él mismo el que construya su nueva vivienda. "Los niños, finalmente, van a tener sus propios dormitorios. Es algo simple, pero fue todo lo que ellos siempre han deseado", comenta el albañil inglés al periódico británico 'Mirror'.
Los regalos que hizo el albañil a sus hijos tras hacerse multimillonario
Además, en esta conversación con el medio de comunicación Steve Thomson ha desvelado cuáles fueron los caprichos que pidieron sus tres hijos cuando se enteraron que eran multimillonarios.
Al parecer, el hijo mayor que, según su propio padre, es "muy sensato" pidió tener su propia habitación. Nada más escuchar esta petición, el albañil le prometió que en su nueva casa construiría una habitación para cada uno de sus hijos.
Por su parte, el hijo mediano pidió un coche Tesla. Sin embargo, esta petición no fue aceptada por el albañil que se negó por completo: "Le dije que de ninguna manera". Por último, la hija pequeña pidió un iPhone de color rosa que recibió a los pocos días.