El peor terremoto registrado en Albania en 40 años deja ya 21 personas fallecidas, cientos de heridos y enormes destrozos. Los equipos de rescate continúan trabajando sin descanso para encontrar supervivientes entre los escombros. Y lo hacen con miedo, por el temor a nuevos temblores.
El terremoto ha sacudido este lunes Tirana, la capital de Albania y ha tenido su epicentro a 30 kilómetros al oeste de la ciudad, con hipocentro a una profundidad de diez kilómetros, según el USGS.
La esperanza sigue viva bajo los escombros y las excavadoras no descansan: En plena noche, un niño fue encontrado bajo los restos de su casa y unas 50 personas han sido rescatadas de los edificios derrumbados en las últimas horas por el seísmo, la mayoría en la ciudad costera de Durres y en la pequeña localidad de Thumana, que han sufrido las peores consecuencias del terremoto.
El primer ministro Edi Rama ha prometido que las labores de rescate continuará mientras sea necesario. La comunidad internacional se ha movilizado y desde numeroso países, como Italia, Grecia, Francia o Turquía han activado los mecanismos de asistencia enviando provisiones, medicinasm, entre otros.