El mandatario saliente de Perú, Alan García, ha abandonado este jueves el Congreso tras haber entregado la banda presidencial, rompiendo así con la tradición de los jefes de Estado de asistir a la investidura de sus sucesores. Ollanta Humala deberá ahora asumir el poder en presencia de los legisladores, ministros e invitados especiales.
García, quien gobernó desde julio de 2006 hasta la fecha, ha cumplido con el protocolo de entregar a las puertas del Parlamento la banda presidencial al jefe de la Casa Militar de Perú, Jaime Araujo, pero una vez culminado el acto se ausentó sin dar declaraciones.
Su presencia en la investidura de Humala había sido una de las grandes incógnitas, debido a que el propio García había dicho que estaba dispuesto a ir pero con la condición de que no fuese abucheado por miembros de otros partidos.
Días atrás, el mandatario saliente había dejado en el aire la posibilidad de asistir a la toma de posesión del líder nacionalista por temor a ser abucheado por los legisladores de la oposición, tal y como ocurrió en 1990 cuando entregó el poder a Alberto Fujimori tras culminar su primer mandato.
Finalmente, García sólo ha asistido a la Misa de Te Deum que ofició cardenal Juan Luis Cipriani, en lo que ha sido su último acto oficial después de cinco años de gobierno.