Acusan de asalto en segundo grado a los policías de Buffalo que empujaron a un anciano en una protesta

Aaron Torglaski y Robert McCabe , los dos agentes de la Policía de Buffalo, en el estado de Nueva York, que empujaron a un hombre de 75 años durante una de las protestas ocurridas tras la muerte de George Floyd, han sido acusados de asalto en segundo grado. Un vídeo mostraba cómo empujaron a Martin Gugino, que cayó al suelo y quedó inconsciente. Lo que más sorprende es que los dos policías ni se inmutaron al ver que el hombre golpeado en la cabeza está sangrando. Ambos han rechazado declararse culpables y se espera que regresen a juicio el próximo 20 de julio.

"El Sr. Gugino ha sido un manifestante pacífico desde hace mucho tiempo, defensor de los derechos humanos y fanático general de la Constitución de los Estados Unidos durante muchos años. En este momento, el señor Gugino está en un estado preocupante pero estable. Está alerta y orientado", dijo Kelly V Zarcone, abogado de Gugino, en un comunicado.

El vídeo también muestra que otro oficial, posiblemente un miembro de la Guardia Nacional, que fue a ayudar al hombre sangrante fue empujado por otros oficiales. El portavoz del departamento de policía y ciudad, Mike DeGeorge, dijo inicialmente en un comunicado que el hombre "tropezó y cayó".

"Una vez que el departamento se enteró del vídeo adicional de la escena, inmediatamente abrieron una investigación", dijo DeGeorge a ABC News el jueves. Ambos oficiales fueron suspendidos y el fiscal de distrito del condado de Erie, John Flynn, inició una investigación.

El sindicato policial se opuso a las suspensiones y en respuesta 57 oficiales del equipo de emergencia renunciaron a sus cargos, pero permanecerán en la fuerza. El ejecutivo del condado para el área dijo en una conferencia de prensa el viernes que Flynn tenía "antecedentes de enjuiciar a los oficiales que violan la ley, confío en que él haga lo mismo en este asunto".

Floyd murió en Minneapolis el 25 de mayo, después de que el policía Derek Chauvin mantuviera durante casi nueve minutos su rodilla presionándole el cuello durante una detención. Es una práctica habitual en las detenciones de gente de color en EEUU y puede ser mortal.