Una niña de Córdoba (Argentina) ha sido abusada sexualmente de manera reiterada por su propio abuelo, de 59 años, según ha denunciado la mujer del agresor, que se ha separado de él. La familia no encuentra consuelo y exige justicia. “Convivimos con un violador que arruinó la vida de una criatura. Ahora no sabemos dónde está y tenemos miedo”, afirmó la denunciante, según informa 'La República'.
Al parecer el acusado, que sigue en libertad, no es abuelo biológico de la víctima, sino un ‘abuelastro'. La pequeña nació en un hogar de mucha violencia familiar provocada por el padre. Por tal motivo, la madre la llevó a ella y su hermana a vivir donde su abuela.
La denunciante trabaja como sanitaria y durante la pandemia del covid-19 pasó mucho tiempo fuera de su casa. En tanto, el acusado, a quien conocían como ‘Nono’, se dedicaba a arreglar móviles, mientras que supuestamente cuidaba a las hermanitas.
La abuela de la niña le contó a un medio local que a mediados de este año su nieta comenzó con problemas inusuales de conducta. Para la familia fueron días de mucha incertidumbre porque no sabían qué le pasaba. Por este motivo, la mamá de la menor se la llevó a vivir a Córdoba.
El pasado 21 de septiembre, madre e hija fueron a dar un paseo por el parque Sarmiento. Fue en estas circunstancias en donde la pequeña reveló el horror que sufrió durante los últimos años. Posteriormente, la familia concurrió a una Unidad Judicial e hizo la denuncia.
“Me separé en cuanto me enteré de todas estas aberraciones. (…) Mi nieta contó que este hombre la amenazaba diciéndole que no iba a verme más a mí, ni a su mamá y hermanita. Incluso dijo que le mostró un arma de fuego”, declaró la abuela con respecto al caso.
El Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género ordenó al denunciado marcharse del domicilio de la mujer y le prohibió todo tipo de comunicación con su esposa y con la víctima por un plazo de tres meses. Ante esta situación, la abuela de la niña ha salido a declarar ante los medios para pedir a la Justicia que acelere sus tiempos. “Hay un violador suelto y no sabemos dónde está. Nos sentimos en peligro constante y me importa la vida de mis nietas”.