Violencia de género: la sorprendente asignatura pendiente del Reino Unido
El país registra un nuevo récord de asesinatos machistas (superior al de España)
Lidera en alfabetización pero suspende en la paridad del Gobierno y en la brecha salarial
Este curso se han matriculado en las universidades británicas casi 107.000 mujeres más que hombres
El Reino Unido afronta el Día Internacional de la Mujer con una mancha que, curiosamente, genera muy pocos titulares en los medios de comunicación del país. Según los últimos datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas, 80 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas entre marzo de 2018 y marzo de 2019. Esta cifra supera a la de España y, además, no incluye ni Escocia ni Irlanda del Norte.
El número total de homicidios de mujeres es aún mayor si no se hace referencia al tipo de agresor: 241. Este dato es un 10% superior al del año anterior y el más alto desde 2006. La Policía ha revelado también recientemente que solo en Inglaterra y Gales tiene que lidiar a diario con más de dos mil delitos relacionados con la violencia doméstica.
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La falta de datos actualizados, la manera de cuantificar los asesinatos y el hecho de que las historias de estas mujeres apenas salgan a la luz, preocupa a las organizaciones británicas que luchan para cambiar los métodos que usan las autoridades para afrontar esta lacra.
Su presión ha dado sus primeros frutos: esta semana se ha presentado en el Parlamento, después de años de espera, el llamado “proyecto de ley de abuso doméstico”. La nueva legislación contempla facilitar la condena de los perpetradores y proporcionar más apoyo a las víctimas.
Suspenso en paridad para el Gobierno de Boris Johson
Han pasado 102 años desde que las primeras mujeres británicas pudieron votar. Liderando esa lucha estuvo Millicent Fawcett que, en 1866, con solo 19 años, se lanzó a la valiente aventura de reunir firmas para reclamar ese derecho. Su estatua, la primera de una mujer en la plaza del Parlamento, fue todo un acontecimiento cuando se inauguró en 2018.
Sin embargo, dos años después, solo el 34% de los miembros de la Cámara de los Comunes son mujeres y, en el caso del gabinete del Gobierno de Boris Johnson, la cifra no supera el 30%. Aún así, las elecciones generales celebradas en diciembre supusieron un paso adelante. Y es que, por primera vez, hay más diputadas que diputados en el grupo parlamentario laborista y en el liberal demócrata.
El Reino Unido ha bajado de la posición 15 a la 21 en el último informe del Foro Económico Mundial que valora el progreso que hacen los países en igualdad de género. Está por detrás de España, que ocupa el octavo lugar, aunque por delante de Estados Unidos. La caída se debe en parte a la reducción del número de mujeres en carteras ministeriales, pero también a las diferencias de salarios entre hombres y mujeres.
Miles de mujeres recompensadas
La Sociedad Fawcett, creada en honor a la famosa sufragista, hace precisamente campaña para reducir esa brecha salarial. “Si se sigue el mismo ritmo que llevamos hasta ahora serán necesarios 62 años para conseguirlo”, asegura su Presidenta, Sam Smethers.
La presentadora de televisión Samira Ahmed ha llegado recientemente a un acuerdo con la BBC después de ganar el caso en un tribunal laboral. La periodista demandó a la radio televisión británica por no cobrar lo mismo que su compañero Jeremy Vine. Otra periodista de este medio, Carrie Gracie, dimitió como editora de China por el mismo motivo. Su caso también ha sido resuelto, aunque en la actualidad hay otros pendientes.
El Ayuntamiento de la ciudad escocesa de Glasgow ha tenido que pagar unos 630 millones de euros para compensar a miles de mujeres que han estado recibiendo un salario menor que el de sus compañeros de trabajo. La falta de equiparación de salarios por parte de quien contrata no es ilegal en el Reino Unido, pero ahora es obligatorio que las empresas u organizaciones con más de 250 empleados publiquen lo que pagan a sus trabajadores.
Un millón de mujeres en profesiones técnicas
El Reino Unido lidera en alfabetización y en la proporción de mujeres en profesiones técnicas. De hecho, según el Gobierno, el año pasado se alcanzó el millón de mujeres que trabajan en lo que en el mundo anglosajón definen como “STEM”: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Ahora hay más de 50.000 mujeres en el campo de la ingeniería, casi el doble que hace una década.
De todas formas, según el informe “Sexo y Poder 2020” de la Sociedad Fawcett, “se ha progresado en algunas esferas, pero el avance es lento y hay riesgo de que se retroceda”. Uno de los datos que destaca este estudio es que “solo un 6% de los consejeros delegados de las compañías más importantes del país son mujeres”.
Eso contrasta con un dato alentador. Y es que este curso se han matriculado en las universidades británicas 106.825 mujeres más que hombres, una cifra que llenaría de orgullo a las nueve primeras estudiantes que en 1868 fueron aceptadas por la Universidad de Londres.
Un partido político para la igualdad de las mujeres
Un partido político para la igualdad de las mujeresPrueba de que las mujeres en el Reino Unido sienten que tienen mucho aún por lo que pelear es la existencia del “Women Equality Party”. Lo fundaron en 2015 una periodista y una actriz. Su actual líder y candidata a la alcaldía de Londres, Mandu Reid, defiende la necesidad de esta formación en un momento en el que piensa que la salida del país de la Unión Europea “incrementará la brecha salarial”.
En este sentido, un 80% de los británicos cree que aún queda mucho por hacer para lograr la equiparación de los salarios, aunque también preocupa algo tan básico como la educación de las futuras generaciones y la actitud de algunas personas. Y es que un 20% de los hombres de entre 25 y 34 años cree que la igualdad de las mujeres en el Reino Unido “ha ido demasiado lejos”.