La policía encontró su coche estrellado contra un árbol y envuelto en llamas. Trataron de sacarlo pero tenía las piernas atrapadas.
Después de muchos esfuerzos, consiguieron excarcelarlo y ponerlo a salvo, solo unos instantes antes de que el fuego consumiese todo el vehículo. El joven, que sufrió numerosas heridas y tuvo que ser hospitalizado, se había quedado dormido al volante.