Después de la devastación viene la catástrofe. En Pakistán, tras las intensas lluvias que provocaron graves inundaciones llega la desolación y las primeras muertes por la falta de alimentos.
Las autoridades del país ya han comunicado los primeros fallecidos por el hambre y el resto de los 20 millones de ciudadanos paquistaníes intentan sobrevivir con lo mínimo.
Sobre el terreno, después de hablar con muchas familias y de ver Pakistán desde el aire, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, ha pedido ayuda urgente para el país.
Ha pedido a la comunidad internacional que aumente sus esfuerzos para ayudar a los millones de afectados por las inundaciones que sufre el país, una catástrofe sin parangón, ha dicho que está lejos de terminar.
"He visto muchos desastres naturales en todo el mundo, pero nunca nada como esto y todavía no se ha acabado, continuará durante semanas", ha declarado Ban en la base aérea militar de Chaklala, cerca de Islamabad, antes de abandonar Pakistán.
la Asamblea General de la ONU presentó la semana pasada un plan de emergencia que requiere casi 460 millones de dólares para proporcionar comida, cobijo, atención sanitaria y acceso a agua potable limpia a los afectados en peor situación durante los próximos noventa días.
Pero por el momento sólo una quinta parte de la ayuda solicitada ha sido entregada, algo que algunos analistas creen que se debe al déficit de confianza hacia el Gobierno paquistaní. EPF