En noviembre de 2006 Els Van Doen, una experta paracaidista de 37 años, se estrelló después de que sus paracaídas no se abrieran al caer desde una altura de 4.000 pies. No se abrió ni siquiera el paracaídas de emergencia y la única sospechosa fue Els Clottemans, su compañera de salto y rival amorosa. Doce paracaidistas saltaron al vacío para formar una figura en el cielo y Clottemans fue la última en saltar del avión.
Los miembros del jurado han considerado ahora que ésta actuó con premeditación y alevosía.
Ambas mujeres compartieron durante más de un año el mismo amante, su instructor de paracaidismo Marcel Simons, por lo que los celos fueron el principal móvil barajado por la policía.
El hecho de que las correas del paracaídas estuviesen rotas reveló que había sido manipulado. La investigación se centró en Clottemans cuando la policía descubrió que una noche que ésta se encontraba en casa de Sommers, su rival apareció allí obligándola a dormir en el sofá, donde Van Doren había dejado el paracaídas.
Además, un mes después de la muerte de Van Doren, Sommers dejó a Clottemans.
La víctima, que falleció en el acto, era madre de tres hijos y esposa de un joyero de Amberes.