Donald Trump continúa agitando el escenario geopolítico internacional. Mientras todavía continúan las reacciones a su tenso encuentro con Volodímir Zelenski en el Despacho Oval, tras lo que ha decidido suspender la ayuda militar a Ucrania, el presidente estadounidense también prosigue con su política arancelaria. Desde el 2 de abril impondrá aranceles de un 15% a las importaciones de productos agrícolas; una medida que también afecta a España y que ya tiene respuestas por parte de China y Canadá.
"A los grandes agricultores de Estados Unidos: prepárense para empezar a producir mucho más producto agrícola para vender dentro de Estados Unidos. Los aranceles se aplicarán a los productos externos el 2 de abril. ¡Divertíos!", escribía Donald Trump en su red social, Truth Social, anunciando la medida.
El magnate republicano, no obstante, no ha especificado cuáles son los productos que se verán afectados, ni cuales serían las excepciones, de haberlas. Lo único claro al respecto es que su política utilizando los aranceles, –“la palabra más bonita del diccionario”, según él mismo expresa–, como fórmula de presión y negociación, continúa escalando y llegando cada vez más lejos.
Desde que tomase posesión del cargo el 20 de enero, Donald Trump no ha dejado de avanzar en la misma dirección y este martes, de hecho, prevé aplicar otro arancel de otro 10% adicional a productos chinos que se suma al que ya impuso el 4 de febrero, con un gravamen también del 10% a las importaciones chinas. Así, la carga impositiva contra el gigante asiático se alzaría hasta el 20%.
Esas medidas, además, se añaden a las que ya impuso en su primer mandato sobre más de 300.000 millones de dólares en productos chinos, estando la mayoría vigentes todavía.
No obstante, va más allá de China. Este martes Trump también podría aplicar aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, aunque se espera a su decisión final, según ha apostillado el secretario de Comercio, Howard Lutnick, en declaraciones a CNN.
A todo ello, en cualquier caso, también hay que sumar sus anunciados aranceles del 25% sobre el acero y aluminio, lo que entrará en vigor el 12 de marzo. La medida, en este caso, supondrá especialmente un mazazo para Canadá, Brasil y México al tratarse de los tres países que más acero exportan a EEUU, siendo además Canadá el mayor proveedor de aluminio, con casi el 60% del volumen importado.
De igual modo, en febrero avisó de la imposición de "aranceles recíprocos" a los países que graven productos de Estados Unidos o apliquen lo que Washington considere como algún tipo de barrera; una medida que busca igualar las tarifas que esas naciones apliquen a las exportaciones de EEUU y que pone a los Estados miembros de la Unión Europea entre los más afectados. Su entrada en vigor, en cualquier caso, aún no se ha dado a conocer.
Tras el anuncio de la Administración Trump sobre los nuevos aranceles a productos agrícolas, China ya ha respondido con la misma moneda. El Gobierno de Xi Jinping ha anunciado este martes la aplicación de aranceles adicionales de hasta el 15% a importaciones de los principales productos agrícolas estadounidenses.
Después de que Trump haya aumentado de un 10 a un 20% las tasas a sus productos con el pretexto de que Pekín no ha tomado "medidas adecuadas" para abordar el flujo de opioides sintéticos, incluido el fentanilo, China responde: aranceles del 15% al pollo, trigo, maíz y algodón, y de un 10% a la soja, el sorgo, la carne de cerdo y de vacuno, pescado y marisco, frutas, verduras y productos lácteos, según reza un comunicado en el que los de Xi Jinping precisan que las medidas entrarán en vigor el lunes 10 de marzo.
Además, junto a ello, el Ministerio de Comercio chino ha anunciado que han presentado una queja adicional ante la Organización Mundial del Comercio porque "las medidas arancelarias unilaterales de Estados Unidos violan gravemente las normas y socavan las bases de la cooperación económica y comercial" entre ambos países.
En ese contexto, además, Pekín ha vuelto a utilizar la "lista de entidades no fiables" para imponer sanciones a diez empresas estadounidenses, que supuestamente están implicadas en la venta de armas a Taiwán, a pesar "de la firme oposición de China, socavando gravemente la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo" del gigante asiático.
Tras las decisiones de Trump, las autoridades chinas se han mostrado “muy insatisfechas” manifestando su "firme oposición" a los aranceles que han entrado en vigor este martes.
"Esperamos que EEUU vea y maneje los problemas de manera objetiva y racional, y regrese al camino correcto de resolver adecuadamente las diferencias a través del diálogo igualitario lo antes posible", ha señalado un portavoz del Ministerio de Comercio chino.
"China es uno de los países con las políticas de control de drogas más estrictas y la implementación más completa en el mundo", defienden, afirmando que ambos países "llevado a cabo una cooperación extensa y profunda en materia de control de drogas", por la cual han "logrado resultados notables".
"Sin embargo, la parte estadounidense 'pasó la pelota' y ha cometido errores una y otra vez, y ha impuesto aranceles adicionales a los productos chinos exportados a Estados Unidos por motivos relacionados con el fentanilo. Esta práctica ignora los hechos, las reglas del comercio internacional y las voces de todas las partes, y es un típico comportamiento unilateral e intimidatorio", denuncian.
Al igual que China, también Canadá ha reaccionado con el primer ministro del país, Justin Trudeau, anunciando aranceles en represalia a las decisiones de la Administración Trump.
Tras confirmar el presidente estadounidense las tasas del 25% tanto a los productos canadienses como los mexicanos, –después de haber pospuesto la medida con la condición de que ambos países demostraran avances en la lucha contra el tráfico de fentanilo y la seguridad fronteriza–, “Canadá no dejará que esta decisión injustificada quede sin respuesta”.
“Si los aranceles estadounidenses entran en vigor esta noche, Canadá responderá, a partir de las 00:01 (hora local), con aranceles del 25% contra 155.000 millones de dólares de productos estadounidenses, comenzando con aranceles sobre 30.000 millones de dólares de forma inmediata y sobre los 125.000 millones restantes en 21 días", recoge un comunicado de la oficina del primer ministro canadiense.
Los aranceles, detallan, "permanecerán vigentes hasta que Estados Unidos retire dicha medida comercial". "Si bien instamos a la Administración estadounidense a que reconsidere sus aranceles, nos mantenemos firmes en la defensa de nuestra economía, nuestros empleos, nuestros trabajadores y un trato justo", expresa el comunicado, en el que el Gobierno canadiense señala que, "debido a los aranceles" de Trump, los estadounidenses "pagarán más" y, "potencialmente, perderán miles de puestos de trabajo".
"Los aranceles perturbarán una relación comercial increíblemente exitosa" y "violarán el mismo acuerdo comercial que negoció Trump en su último mandato", han advertido las autoridades canadienses, defendiendo han cumplido con las medidas negociadas en las últimas semanas con la Casa Blanca, lo que ha hecho que las incautaciones de fentanilo han caído un 97 por ciento en solamente un mes, llegando a un mínimo de 0,03 libras (1,36 kilogramos).
"Si bien menos del uno por ciento del fentanilo interceptado en la frontera de EEUU proviene de Canadá, hemos trabajado incansablemente para abordar este flagelo que afecta a los canadienses y estadounidenses por igual", defienden desde Canadá, precisando que Ottawa implementó un plan fronterizo de 1.300 millones de dólares con nuevos helicópteros, tropas, más coordinación y mayores recursos.
De igual modo, designó a un 'zar del fentanilo', incluyó a los carteles transnacionales como organizaciones terroristas, lanzó la célula de Inteligencia Operativa Conjunta, y está estableciendo una fuerza de ataque conjunta entre Canadá y Estados Unidos contra el crimen organizado.
La nueva medida arancelaria de Donald Trump sobre las importaciones de productos agrícolas también afecta a España, que exporta productos agroalimentarios por un valor ligeramente superior a los 3.500 millones de euros, según datos de Datacomex 2024.
De esa cantidad estimada, además, un 30%, aproximadamente, es decir, unos 1.013 millones, provienen de los ingresos obtenidos por la venta de aceita de oliva a EEUU.
Tras el aceite, también está el vino, que reportaría unos 335 millones de euros a España por su exportación a EEUU, seguido de la aceituna de mesa, que proporciona más de 200 millones, según los datos referidos.
Además, otros productos afectados provienen del sector hortícula también se verían afectados, si bien aún se está a la espera de ver cómo evoluciona la posición de un Donald Trump que, tras presionar con los aranceles a cambio de concesiones o negociaciones favorables, a veces cambia de dirección.
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