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Donald Trump no deja pasar ni un día sin aprobar medidas radicales. En las últimas horas ha aprobado vender armas por valor de casi 7.000 millones de dólares para Israel y ha calificado de "transacción inmobiliaria" su plan para ocupar Gaza.
Además, el presidente de Estados Unidos ha acelerado para desmontar la Agencia de Ayuda de Estados Unidos. Sin embargo, un juez ha impedido a última hora, al menos de momento, que despida a todos sus empleados.
Se supone que es para descansar, pero el presidente de Estados Unidos se presenta de nuevo un fin de semana en Florida dando guerra. En una cena con donantes y senador en su residencia de Mar A Logo, Donald Trump, entre insultos a los demócratas, presumió del desguace que está llevando a cabo de la era Biden.
Las últimas decisiones incluyen la revisión de las regulaciones sobre armas o el desmantelamiento de la agencia de Ayuda al Desarrollo Internacional, que afecta a 2.200 funcionarios.
El asunto tenido su contestación en las calles y en un tribunal, ya que un juez federal ha paralizado los despidos.
La aprobación de la venta de material armamentístico a Israel por valor de más de 7.400 millones de dólares, se conocía poco después de que Trump volviera a referirse a Gaza como una oportunidad de negocio.
Una transacción inmobiliaria, según él, que implica el control estadounidense de la Franja de Gaza y el traslado de sus habitantes a otros país.
En una semana en la que han vuelto a aflorar sus ambiciones en Panamá, Groenlandia o Canadá, el primer ministro de este país advierte de que la amenaza de anexión es real dado el interés de Trump en los minerales canadienses.
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