El expresidente de El Salvador, Mauricio Funes ha fallecido a los 65 años en Nicaragua, donde residía desde 2016 tras recibir asilo político después de huir del territorio salvadoreño. Los supuestos delitos de corrupción, según ha confirmado el Gobierno nicaragüense, fue la razón por la que el expresidente huyó del territorio.

El Ministerio de Salud de Nicaragua ha detallado a través de un comunicado publicado a través del medio oficialista 19digital, que el exmandatario falleció a las 21.35 horas "como resultado de su grave dolencia crónica". Horas antes, indicaron que Funes estaba recibiendo un tratamiento médico dado que su estado de salud era "de extrema gravedad".

Según ha indicado el ministerio, el expresidente recibió la extremaunción de manos de Antonio Castro Granados. "Nuestras sinceras condolencias, a sus hijos, a su compañera y a sus familiares, amigos y amigas y compañeros en Nicaragua y en El Salvador", resaltan.

A su vez, a través de un comunicado por Facebook, su partido el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ha mostrado su "consternación" por la "lamentable noticia": "Mauricio Funes, tanto en su faceta de periodista de investigación e incisivo generador de opinión pública, como en su trayecto como presidente de la República, gozó de una amplia aceptación y respaldo del pueblo salvadoreño y de la comunidad internacional", ha destacado.

Así, ha manifestado que Funes "deja un extenso legado de obras, derivadas de un estilo de gobierno que puso a la gente al centro de su atención, desarrollando un programa donde la prioridad fue lo social", al tiempo que ha argüido que, si bien el FMLN "cuestionó el actuar de algunos de sus aliados en el gabinete (...), siempre le reconocerá como el presidente del cambio".

El FMLN ha sentenciado a estas fuerzas el lanzamiento contra Funes de "una de las más grandes campañas de desprestigio político, la cual nunca logró configurar delito alguno en su contra". "Se encargaron de manchar su administración y los proyectos del FMLN, que ahora que han sido desmantelados por el actual régimen son sin duda añorados por los más pobres de este país".

Por su parte, también han asegurado que "su legado perdurará a pesar de sus detractores". También afirmaron que el país debería reconocer "su coraje al promover la transparencia gubernamental y enseñar la gran cantidad de casos de corrupción ocurridos durante los gobiernos anteriores".

Aunque las autoridades de El Salvador no hayan reaccionado por ahora al fallecimiento del expresidente, la formación política ha expresado su máxima condolencia: "Nos solidarizamos con el pueblo salvadoreño, con su familia y con todo aquel que llora hoy, en día de su partida física. Descansa en paz, Mauricio Funes".

En 2009, Funes se convirtió en el primer presidente izquierdista de El Salvador tras llegar al poder al frente de una coalición encabezada por el FMLN. En este sentido, consiguió poner fin a dos décadas de gobierno por parte de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena).

No obstante, años después fue acusado de malversar cerca de 350 millones de dólares (aproximadamente 336 millones de euros), entre otros cargos de corrupción. Ante esta situación, Funes huyó en 2016 a Nicaragua, donde el presidente del país, Daniel Ortega, le concedió asilo y nacionalidad.

El exmandatario salvadoreño acumulaba condenas dictadas en rebeldía por 28 años de prisión --catorce por la tregua pactada con pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha entre 2011 y 2013, ocho por blanqueo y seis por evasión de impuestos--, así como siete órdenes de captura para su traslado a El Salvador para que cumpliera estas penas.

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