Así son los 'busca' que explotaron en Beirut y otras ciudades del Líbano: Hezbolá los encargó en Taiwán, pero se fabricaron en Hungría

El golpe sin precedentes de Israel, haciendo estallar casi a la vez miles de 'buscas' de miembros de Hezbolá este pasado martes, ha dejado 12 muertos y casi 4.000 heridos. Según algunas fuentes, el espionaje israelí convirtió en una bomba el dispositivo, con batería de litio y unos 100 gramos de peso.

Hezbolá encargó más de 3.000 unidades a una empresa de Taiwán. Esta compañia ha aclarado este miércoles que se fabricaron en Hungría. Desde allí terminaron en Líbano, Siria e Irán. Pero Israel, según esta primera versión, consiguió manipular los 'buscas' en Hungría para introducir explosivos en cada uno.

Beirut y el resto de regiones afectadas no saben cómo resarcirse del golpe de este martes, tal y como informa Miguel Flores desde la ciudad. El ataque israelí fue una embestida contra Hezbolá, pero también contra la sociedad libanesa y contra la soberanía del Estado libanés. Por el momento, hay cuatro civiles muertos, entre ellos dos niños. La población libanesa, tanto musulmana, como chiíes, cristianos y suníes, se ha involucrado de lleno en una campaña nacional de donación de sangre para los casi 4.000 afectados. Los hospitales de Beirut no dan abasto. Mientras tanto, el Gobierno libanés ha cerrado las instituciones públicas y también los colegios.

Las explosiones de los 'buscas' en Líbano

A las 15:30 horas de la tarde, los 'buscas' notificaban al usuario la entrada del mensaje de un presunto líder de Hezbolá. Apenas unos segundos después, se producía una pequeña carga explosiva que se activó por control remoto. Mismo 'modus operandi' hasta en 5.000 dispositivos por todo el Líbano, como en varios supermercados o restaurantes.

"El que hayan explotado los 5.000 dispositivos a la vez no es tanto un reto tecnológico, eso es muy sencillo. El problema viene en cómo han sido capaces de manipular esos 5.000 dispositivos", señala Miguel Ángel de Castro, experto en ciberseguridad de Croedstrike. Los aparatos en cuestión son de la marca Gold Apolo, compañía situada en Taiwán. Sin embargo, su responsable señala a una empresa húngara, que a su vez dice ser solo una intermediaria en una operación más amplia que dirige todas las sospechas hacia Israel, concretamente a la agencia de espionaje israelí, el Mossad.

"En una única acción han conseguido asestar un golpe muy duro a una organización como Hezbolá", explica Manuel Torres, catedrático de la UPO, experto en yihadismo, sobre el movimento de Israel. "El objetivo no era matar, era debilitar esa sociedad y provocar el caos", precisa Sonia Fernández, educadora en ciberseguridad de Ciberwoman. Un nuevo paradigma de ataque contra la milicia libanesa, que habría adquirido estos dispositivos hace cinco meses por ser supuestamente más seguros que los telefonos móviles. 

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