Un nuevo ataque masivo de Rusia sobre Ucrania con drones y misiles ha dejado hoy imágenes del miedo que ya vimos en los primeros momentos de esta guerra: miles de ucranianos refugiados en las estaciones del metro de Kiev. Más de 50.000 personas se han puesto a cubierto dentro del suburbano de la capital ucraniana, convertido en un búnker improvisado como viene siendo habitual en estos más de dos años de guerra. Los más pequeños se encogen como bebés víctimas del miedo. No es para menos.
Al menos cinco personas han muerto y 30 más han resultado heridas este lunes como consecuencia del ataque a gran escala de Rusia con 236 proyectiles contra la infraestructura eléctrica y de hidrocarburos de Ucrania en 15 regiones del país.
"Cinco personas han muerto como consecuencia de estos ataques terroristas de la Federación Rusa, y 30 han resultado heridos", ha explicado un portavoz del Servicio Estatal de Emergencias ucraniano, Oleksander Jorunyi, según recoge la agencia de noticias ucraniana Ukrinform.
Además, hay más de 50 poblaciones y 57 inmuebles afectados, incluidos edificios de viviendas y varias estructuras que tenían diferentes funciones, también infraestructura crítica, ha añadido.
Jorunyi ha destacado que 740 trabajadores de 176 unidades de rescate han participado en la respuesta a la situación de emergencia provocada por estos ataques. "Parte de este personal continúa trabajando", ha explicado. "Hay incendios en viviendas particulares, paja seca en llamas. Todos estos incendios han sido ya extinguidos", ha relatado.
La Fuerza Aérea ucraniana ha especificado que han contabilizado 127 misiles y 109 drones lanzados por las fuerzas rusas, de los cuales han logrado derribar 102 misiles y 99 drones.
Entre los misiles empleados por Rusia había un misil balístico Kinzhal, un misil balístico Iskander, un misil de crucero J-22 y 99 misiles guiados Kaliber. Además se han detectado 99 drones de ataque Shahed, según un mensaje publicado en la cuenta en Telegram de las Fuerzas Aéreas ucranianas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha asegurado se trata uno de los mayores ataques combinados de las fuerzas rusas desde el inicio de la guerra, pues habrían lanzado, según sus cálculos, más de cien proyectiles de diferentes tipos y otro centenar de drones.
"Como la mayoría de los ataques rusos anteriores, este es igualmente cobarde y tiene como objetivo infraestructura civil crítica (...). Desgraciadamente hay víctimas. Mi más sentido pésame a todos los familiares y amigos. Hay decenas de heridos", ha contado a través de un mensaje en sus redes sociales.
Zelenski ha aprovechado lo ocurrido para volver a reclamar a los socios de Ucrania el permiso necesario para utilizar el armamento que reciben para atacar las posiciones rusas desde las que se lanzan este tipo de ataques y apunta que el presidente ruso, Vladimir Putin, "solo hará lo que el mundo le permite hacer".
"Cada uno de nuestros socios sabe qué decisiones se necesitan para poner fin a toda esta guerra, y para terminarla con justicia. No puede haber restricciones de largo alcance en Ucrania, cuando los terroristas no las tienen", ha dicho.
Por ahora, los ucranianos tienen las manos atadas a la hora de utilizar armas de largo alcance de fabricación occidental. Para esquivar esa limitación, Ucrania ha diseñado una nueva arma de fabricación propia: una combinación entre dron y misil con la que pretenden eludir las restricciones y penetrar profundamente en territorio ruso.
En ese sentido, Zelenski ha lamentado que las fuerzas ucranianas tenga restricciones armamentísticas, mientras sus homólogas rusas cuenta con hasta apoyo de Corea del Norte. "Estados Unidos, Reino Unido, Francia tienen el poder de ayudarnos a detener el terrorismo. Se necesitan soluciones", ha reclamado.
En esa línea ha apuntado también el primer ministro, Denis Shmigal, quien ha asegurado que para detener todos estos ataques "es necesario destruir el lugar desde donde se lanzan los misiles rusos".
"Ucrania necesita armas de largo alcance y el permiso de sus socios para atacar con ellas objetivos rusos. Contamos con el apoyo de nuestros aliados y haremos que Rusia pague", ha escrito en su cuenta de Telegram.
Shmigal ha precisado que han sido quince las provincias ucranianas que se han visto afectados durante los últimos bombardeos, entre ellas Vínnitsia, Zhitómir, Jmelnitski, Ternópil y Leópolis. En Kiev, los ataques han provocado daños al suministro eléctrico, que ha tenido que ser interrumpido.
El ministro de Energía de Ucrania, Herman Galushchenko, ha asegurado que la situación "es difícil" después de estos ataques, que una vez más, ha lamentado, busca privar a los ucranianos de electricidad. Por ello, se han visto obligados a imponer cortes de energía de manera urgente.
A nivel internacional, el coordinador humanitario de la ONU para Ucrania, Matthias Schmale, ha denunciando la "inaceptable" muerte de civiles en este ataque a gran escala ruso. "Los ataques han provocado la muerte de civiles y graves daños a infraestructura civil. Es inaceptable que en lugar de seguir con sus vidas, los ciudadanos de este país tengan que esconderse en las estaciones de metro y otros refugios", se ha lamentado.
"Incluso en la guerra hay reglas. Hay que respetar el Derecho Internacional Humanitario. Los civiles deben ser protegidos", ha argumetnado. Schmael ha explicado además que él mismo ha tenido que "pasar varias horas en un refugio esta mañana" debido al ataque ruso.
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