Desde la Federación de Consumidores y Usuarios CECU han advertido de que la nueva Ley de Inteligencia Artificial que entra en vigor en la b, presenta varias “lagunas y fallos”, ya que adopta una definición de IA de un alto nivel técnico y considera que deja afuera a la mayoría de los algoritmos que se utilizan actualmente.
El enfoque 'de riesgo' de la norma deja fuera también, según CECU, a los algoritmos que afectan diariamente a las personas consumidoras, como son los de perfilado y personalización en línea o los sistemas de recomendación de las redes sociales. Además, creen que se fijan reglas "insuficientes y confusas para los sistemas de IA de propósito general.
A pesar de ello, valora el texto final porque incluye más requisitos técnicos para los sistemas de alto riesgo, como puede ser medidas para la gestión de riesgos, la gobernanza de datos para evitar sesgos o la supervisión humana.
También, con la norma se reclaman ciertas reglas de transparencia para quienes desarrollan estos sistemas, pero con limitaciones respecto a usuarios que sean empresas privadas y se contempla la posibilidad de presentar reclamaciones ante autoridades contra un sistema de IA o de buscar reparación colectiva en caso de daño.
Destaca, además, el hecho de que incluya "líneas rojas" respecto del uso de sistemas de IA que sean dañinos y que afectan los derechos de las personas, como puede ser la calificación social o sistemas que puedan manipular a las personas consumidoras.
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