Los acusados de los atentados del 11-S aceptan su culpabilidad para evitar la pena de muerte
Los tres acusados por los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU estaban en la prisión estadounidense de Guantánamo, Cuba desde 2003
La propuesta de dividió a las familias de las casi 3.000 personas muertas en los ataques
Mohammed y sus otros dos cómplices han aceptado declararse culpables de conspiración a cambio de una pena de cadena perpetua
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha alcanzado un acuerdo de culpabilidad con el 'cerebro' de los atentados del 11-S, Jalid Sheij Mohamed, y sus dos cómplices, Walid Muhamad Sali Mubarak bin Attash y Mustafa Ahmed Adam al Hausaui. Los tres terroristas, recluidos en la cárcel de Guantánamo evitarán enfrentarse a la pena capital a cambio de la cadena perpetua.
Los términos y condiciones específicos del acuerdo con los tres acusados en los peores atentados terroristas en EEUU no se conocen al detalle, pero 'The New York Times', ha explicado que se declararán culpables de cargos de conspiración a cambio de recibir una sentencia de cadena perpetua en vez de cadena de muerte, en un juicio que tendrá lugar en la base de Guantánamo, en Cuba.
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Los tres han estado en la cárcel estadounidense desde 2003, pero el caso se ha retrasado una década para investigar si las torturas sufridas en prisiones de la CIA habían contaminado las pruebas en su contra.
Quiénes son los tres acusados de los atentados del 11-S
Washington había dicho que pediría la pena de muerte para Mohamed, ingeniero paquistaní formado en Estados Unidos, que fue acusado de idear el secuestro de los aviones y estrellarlos contra las torres de Nueva York.
Los fiscales afirmaron que él le propuso la idea a Osama bin Laden en 1996 y que luego ayudó a entrenar y dirigir a algunos de los secuestradores. Mohamed y Hausaui fueron capturados en Pakistán en 2003 y retenidos en prisiones de la CIA hasta su traslado a Guantánamo en 2006.
Bin Attash, saudí de origen yemení, supuestamente entrenó a dos de los terroristas que secuestraron los aviones con los que se perpetraron los atentados del 11 de septiembre.
Los responsables de los interrogatorios aseguraron que también confesó haber comprado los explosivos y reclutado a miembros del grupo criminal que mató a 17 marineros en un ataque contra el buque militar USS Cole.
Attash se refugió en el vecino Pakistán tras la invasión estadounidense de Afganistán en 2001 y fue capturado allí en 2003, tras lo cual fue recluido en la red de prisiones de la CIA cuya ubicación es confidencial.
Al Hawsawi, por su parte, es sospechoso de gestionar la financiación de los atentados del 11-S. Detenido en Pakistán el 1 de marzo de 2003, también fue prisionero en cárceles secretas antes de ser trasladado a Guantánamo en 2006.
Dos de los cinco acusados no han participado en el acuerdo: Ali Abdul Aziz Ali y Ramzi bin al Shibh, acusado de ayudar a organizar una célula de secuestradores en la ciudad alemana de Hamburgo, ha sido declarado incompetente para ser juzgado debido a una enfermedad mental, y su caso se llevará a cabo por separado.
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