El Vaticano excomulga al arzobispo Carlo Viganò, acusado de “cisma” por sus ataques al papa

  • Viganò, de 83 años, es un representante del sector más conservador de la Iglesia católica

  • El arzobispo había sido convocado por la Congregación para la Doctrina de la Fe el pasado 28 de junio pero se negó a acudir

  • Viganò, uno de los hombres de la Iglesia más críticos con el papa, al que acusó de “siervo de Satanás” por la posición de Francisco hacia las parejas homosexuales

El arzobispo italiano Carlo Maria Viganò, conocido por sus continuos ataques al papa Francisco, ha sido excomulgado por el Vaticano.El monseñor de 83 años, ha sido excomulgado tras ser declarado culpable de un delito de cisma, según ha informado la Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe. 

La sentencia del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, hecha pública este viernes 5 de julio, se produce tras la conclusión del proceso penal extrajudicial que se ha seguido contra el arzobispo y cuya última reunión se produjo este jueves sin la presencia de Viganó que no acudió a la citación.

"Son conocidas sus declaraciones públicas, de las que se desprende su negativa a reconocer y someterse al Sumo Pontífice, de la comunión con los miembros de la Iglesia sometida a él y de la legitimidad y autoridad magisterial del Concilio Ecuménico Vaticano II", señala el Vaticano en un comunicado.

En este sentido, subraya que al término del proceso penal, monseñor Carlo Maria Viganò "fue declarado culpable del delito reservado de cisma". La decisión ya ha sido comunicada a Viganò, que insiste en considerar ilegítimo el Concilio Vaticano II y ha optado por cortar la comunión con la Iglesia y el Papa.

Viganò llegó a pedir la renuncia del papa Francisco

Viganò ya avanzó el pasado 25 de junio que no tenía intención de cooperar en el proceso por cisma. "No reconozco la autoridad del Papa", ha aseveró el prelado, uno de los hombres de la Iglesia más críticos con el Papa, para el que llegó a pedir su renuncia.

El arzobispo ha calificado a Francisco de “herético”, “tirano” y “siervo de Satanás”, puesto en duda su elección en el cónclave de 2013 y le ha atacado abiertamente tras la publicación del documento ‘Fiducia Supplicans’ que permite la bendición de parejas homosexuales.

En un comunicado publicado por el medio 'LifeSite News' y que posteriormente colgó él mismo en su cuenta de la red social X, ha asegurado que "no reconoce la autoridad del dicasterio ni de su prefecto ni del Papa Francisco, que lo nombró".

"No tengo intención de someterme a un juicio espectáculo en el que quienes se supone que deben juzgarme imparcialmente para defender la ortodoxia católica son al mismo tiempo aquellos a quienes acuso de herejía, traición y abuso de poder", añadió.

En su declaración, el arzobispo Viganò aseguraba que no se presentó en la sede del dicasterio en el Vaticano el 20 de junio cuando se hizo público por primera vez que había sido encausado por el Vaticano acusado del delito cisma. "No tengo intención de ir al Santo Oficio el 28 de junio, y no he entregado ninguna declaración o documento en mi defensa al Dicasterio, cuya autoridad no reconozco, ni reconozco la autoridad de su prefecto, ni reconozco la autoridad de quien lo nombró", señaló.

Viganò se refería en su escrito al prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández y, al hablar de "quien lo nombró", aludía al Papa Francisco.

El dicasterio le envió un decreto el pasado 11 de junio, firmado por el secretario (máximo responsable) de la sección disciplinaria, John Kennedy, citando al arzobispo italiano a presentarse en la sede del organismo vaticano el 20 de junio, a las 15:30 horas, para que tomase "conocimiento de las acusaciones y pruebas relativas al delito de cisma del que ha sido acusado", según el documento hecho público por el propio Viganò.

Además, el Vaticano especificaba que ese delito implicaba "declaraciones públicas que se traducen en la negación de los elementos necesarios para mantener la comunión con la Iglesia católica: negación de la legitimidad del Papa Francisco, ruptura de la comunión con él y rechazo del Concilio Vaticano II".

El decreto advertía además de que a falta de comparecencia o de defensa escrita, que debía ser remitida a este Dicasterio antes del 28 de junio de 2024, sería juzgado en rebeldía.

Viganò manifestaba también que "la iglesia de Bergoglio no es la Iglesia católica, sino esa 'iglesia conciliar' nacida del Concilio Vaticano II y recientemente rebautizada con el no menos herético nombre de 'iglesia sinodal'". "Si es de esta 'iglesia' de la que se me declara separado por cisma, será para mí motivo de honor y orgullo", concluía.

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