El director ejecutivo adjunto del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Carl Skau, ha alertado este viernes de que el "devastador" nivel de destrucción de la Franja de Gaza hace "casi imposible" la entrega de ayuda alimentaria, después de dos días de misión en el enclave palestino.
"A medida que se intensifican los combates en el sur y el centro de Gaza, el número de víctimas civiles es devastador, y la persistencia de un entorno operativo hostil hace casi imposible que las operaciones humanitarias entreguen la ayuda alimentaria que se necesita desesperadamente", ha señalado en un comunicado.
Estas declaraciones se han producido después de que el representante del PMA haya realizado una visita de tres días a Cisjordania, Gaza y Jerusalén, donde se ha reunido con el personal, los organismos socios y ciudadanos palestinos.
Así, Skau ha advertido de que el nivel de destrucción "desde Gaza hasta Yabalia" es "increíble". "No vi ni un solo edificio intacto y había bombardeos constantes con aviones no tripulados zumbando por encima", ha añadido.
Además, según ha detallado, la "anarquía" que se vive en la Franja está "obstaculizando" la entrega de la creciente ayuda que se necesita sobre el terreno, haciendo cada vez más difícil el trabajo del PMA. "El personal pasa de cinco a ocho horas diarias esperando en los puestos de control (...). También nos enfrentamos a saqueos y violencia en medio de un gran vacío de seguridad", ha denunciado.
Ante esta situación, el PMA teme que en el sur de Gaza se registren los mismos niveles "catastróficos" de hambre que se vieron anteriormente en el norte de la Franja, especialmente en esta época del año de altas temperaturas. Según señala la nota, actualmente un millón de personas que fueron expulsadas de Rafá se encuentran en "una zona muy congestionada a lo largo de la playa bajo el ardiente calor del verano".
Por otra parte, ha celebrado Skau, la asistencia en el norte de la Franja ha mejorado, gracias a la apertura del paso de Erez Occidental. No obstante, ha advertido, esta ayuda debe extenderse y garantizar el acceso al agua potable, la atención sanitaria, combustible y suministros médicos.
Más allá de la ayuda de emergencia, que sigue siendo "fundamental", desde la PMA han asegurado que estudiarán cómo hacer llegar dinero en efectivo a la población gazatí para que pueda empezar a rehacer su vida y restablecer una "forma más digna de asistencia". "Tenemos que empezar a infundir algo de esperanza --apoyando panaderías y mercados-- e ir más allá de la satisfacción de las necesidades alimentarias para la supervivencia", ha detallado la nota.
"La gente está traumatizada y agotada. Una mujer que había perdido a su marido me dijo que esta guerra duraba 250 días, pero que a ella le parecían 250 años (...). Pero más que nada la gente quiere que esta guerra termine, y nosotros también", ha sentenciado Skau.
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