El Papa se ha reunido este martes a puerta cerrada con alrededor de 200 sacerdotes con los que ha vuelto a tratar el tema de la posible entrada de personas homosexuales en los seminarios. Según medios italianos como como el periódico 'Il Corriere della Sera' o 'Repubblica', el Pontífice habría vuelto a referirse al "ambiente de mariconería" que se respira en el Vaticano.
Concretamente, informan de que Francisco habría afirmado que en el Vaticano "se respira un ambiente de mariconería" y que los "gays son buenos chicos, pero con esta tendencia mejor que no (en el seminario)".
Según ha informado el Vaticano en un comunicado, en este encuentro el Pontífice ha llamado a la Iglesia a acoger a los homosexuales pero ha pedido "prudencia" sobre su eventual ingreso en los seminarios.
"El Papa habló del peligro de las ideologías en la Iglesia y retomó el tema de la admisión de personas con tendencias homosexuales en los seminarios, reiterando la necesidad de acogerlas y acompañarlas en la Iglesia y la indicación prudencial del Dicasterio para el Clero sobre su ingreso en el seminario", ha señalado la Oficina de Prensa del Vaticano tras el encuentro de este martes con sacerdotes en la Universidad Salesiana de Roma.
Hace menos de dos semanas, el Pontífice pidió disculpas por haber afirmado en una reunión con obispos italianos, también a puerta cerrada y por tanto sin periodistas, que hay "mucho mariconeo" en los seminarios.
Poco despues de las 16:00 horas de este martes, Francisco ha salido del Vaticano y se ha trasladado en coche a la Universidad Pontificia Salesiana. Según ha informado el Vaticano, entre los temas tratados con los sacerdotes, con entre 11 y 39 años de ordenación, el Papa ha abordado las cuestiones pastorales relacionadas con la diócesis así como el papel y la identidad del sacerdote.
Según el Vaticano, ha surgido con fuerza la cuestión del sufrimiento de las personas, que hay que acompañar con cercanía, compasión y ternura, tres cualidades de Dios, que hay que experimentar -especialmente por los ancianos-. Se ha hablado también de la importancia de la pastoral hospitalaria y de las dificultades de la ciudad de Roma, de la emergencia habitacional, invitando a las congregaciones religiosas con facilidades a la generosidad, de la difusión de la droga, del drama de la soledad, de los muchos que viven su dolor en la invisibilidad.
"En la vida de un sacerdote, lo invisible es más importante que lo visible, porque es más denso, más doloroso --ha señalado el Papa--. Nuestro trabajo como sacerdotes es ir a buscar a estas personas".
Además, ha hablado con los sacerdotes de "la situación actual en Europa y el mundo" y de las guerras en Tierra Santa o Ucrania, entre otras crisis. De este modo, ha señalado las guerras en curso, en Tierra Santa, Ucrania, pero también en Birmania, en el Congo, y las enormes inversiones en armas, anticonceptivos, gastos veterinarios y cirugía estética, tal y como detalla el Vaticano.
En este sentido, ha instado a trabajar en el magisterio social de la Iglesia y por la paz. Finalmente, ha lamentado que se vivan "tiempos de desconexión y abstencionismo" en la política que ha definido como "la forma más alta de caridad".
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