4.000 habitantes de Chiapas, México han abandonado sus hogares por la violencia que numerosas bandas armadas están imponiendo sobre decenas de localidades del país. El objetivo de estas es conseguir numerosos pueblos fantasmas en los que poder actuar libremente.
El pueblo de Tila, en el sur de México, estaba siendo sometido diariamente a extorsiones, tráfico de drogas y mucha violencia, lo que les ha hecho abandonar el pueblo tras un crimen organizado.
Los delincuentes comenzaron a quemar casas por la noche mientras que los vecinos, asustados, corrieron a refugiarse para, por la mañana, encontrarse con lo que quedaba de pueblo, abrasado por las llamas.
Todos los vecinos se encuentran refugiados en un albergue a la espera de poder recuperar sus vidas y sus propiedades, aún sin mucha esperanza en ello. A pesar de ello, el pueblo sigue luchando, apoyados por los numerosos efectivos que se encuentran en las calles tratando de acabar con estas redes criminales. La violencia ha dejado al menos dos muertos y cinco heridos. Además, la situación que están viviendo muchas mujeres y niñas resulta muy preocupante.
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