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El módulo ascendente de la sonda Chang’e-6 de China ya ha despegado hacia la superficie lunar con el objetivo de traer a la Tierra muestras de la cara oculta del satélite. De hecho, el módulo ya ha entrado en una órbita preestablecida alrededor de la Luna.
La sonda está formada por un orbitador, un módulo de aterrizaje, un módulo ascendente y un módulo de retorno. Esta nave especial terminó su trabajo de muestreo con un nuevo método inteligente y más rápido, almacenando las muestras en un contenedor dentro del módulo ascendente de la sonda como estaba previsto.
Durante la fase de muestreo y empaquetado, los investigadores llevaron a cabo un muestreo simulado en un laboratorio terrestre, basándose en los datos de detección enviados por el satélite de retransmisión Queqiao-2, proporcionando un importante apoyo para la toma de decisiones y las operaciones en cada enlace.
La nave usó un taladro para recolectar muestras del subsuelo y la toma de muestras en la superficie con un brazo robótico. Recogió automáticamente diversas muestras en diferentes sitios. Desde la CNSA, afirmaron que todas las estructuras de l módulo de aterrizaje funcionaron bien y llevaron a cabo la exploración científica según lo planeado.
Tras toda la operación, una bandera china se desplegó por primera vez en el lado oculto de la Luna. Para el regreso a la Tierra, la maquina utilizó unos sensores especiales para lograr un posicionamiento y orientación autónoma.
Con respecto a la anterior versión de la nave, presentaba mejoras en la autonomía y la fiabilidad de su sistema de navegación, guía y control, con el objetivo de poder hacer frente a las numerosas dificultades que se presentan en la superficie del lado oculto lunar.
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