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La muerte del presidente iraní, Ebrahim Raisi, en un accidente de helicóptero en el norte del país abre un periodo de incertidumbre. El Gobierno tendrá que celebrar nuevas elecciones en un plazo de máximo 50 días, para elegir un nuevo jefe de gobierno.
El hasta ahora vicepresidente primero, Mohammad Mojber, ha ascendido al cargo del fallecido, tras ser nombrado presidente en funciones y recibir la aprobación del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí., según ha publicado Al Jazeera.
El Ejecutivo iraní, que este lunes ha reconocido oficialmente el fallecimiento de Raisí, tiene previsto realizar una reunión de urgencia, según ha informado la agencia de noticias Irna. El Gobierno ha comunicado que la muerte de su presidente “no supondrá la menor perturbación en la administración” de la nación.
Mojber, de 69 años, al igual que el recién fallecido Raisí, representa la continuidad y no se espera ningún cambio. Es un estrecho colaborador de Jameneí, quien al final es el que decide todos los asuntos del Estado.
El presidente interino, ocupaba la vicepresidencia primera desde 2021, cuando Raisí lo ascendió al poder; en su currículo consta su puesto como director un fondo de inversión vinculado al líder supremo.
La Unión Europea lo sancionó en 2020 por su supuesta participación en el programa nuclear iraní de enriquecimiento de uranio y el programa de misiles balísticos del país, pero dos años después, el fondo de inversión salió de la lista de sancionados.
Mojber se ha movido ágil y ya ha nombrado al viceministro de Exteriores, Ali Bagheri Kani, como titular interino. Bagheri, de 56 años, es considerado parte del “ala dura” del Gobierno iraní y fue negociador nuclear de Irán durante el mandado del expresidente Mahmud Ahmadineyad entre 2007 y 2013.
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