Este lunes, a media tarde, Buckingham Palace hacía pública una noticia que ha paralizado Reino Unido: el rey Carlos III padece cáncer. El diagnóstico se produjo en una intervención de próstata en la que se detectó este tumor, del que han preferido no dar más detalles. Y la familia real británica, que atraviesa uno de sus peores momentos en lo personal, se ha volcado ante la delicada situación del monarca.
Según han confirmado los medios ingleses, fue el propio Carlos III el que se encargó de comunicar su situación a sus dos hijos. A su heredero, el príncipe Guillermo, pudo contárselo personalmente. De hecho será él, a pesar de la convalecencia de su mujer, Kate Middleton, quien tendrá que repartirse las funciones de su padre junto a la reina Camila. El príncipe Harry, sin embargo, tuvo que enterarse por vía telefónica, ya que en estos momentos reside en Los Ángeles junto a Meghan Markle y sus dos hijos, Archie y Lilibeth.
Escasas horas después del anuncio de la enfermedad de Carlos III, se confirmó que el hijo menor del rey viajaría hasta Londres para reencontrarse con su padre, con el que la relación se encontraba fracturada tras su salida de la familia real. En la madrugada del lunes al martes, el duque de Sussex fue visto en la terminal VIP del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, desde donde tomó un avión privado para llegar lo antes posible a Reino Unido. Este mediodía, tras once horas de vuelo, el príncipe Harry ha sido captado a su salida del londinense aeropuerto de Heathrow, tal y como publica Daily Mail.
Su primera parada será Clarence House, la residencia oficial de su padre y de la reina Camila. Allí se encuentra en estos momentos el monarca después de someterse este lunes a "un programa de tratamientos regulares" tras los cuales parece encontrarse bien. Horas antes, su prima Beatriz de York y su marido, Edoardo Mapelli Mozzi, eran inmortalizados saliendo con su coche después de una breve visita al cabeza de familia.
Se desconoce si, una vez se produzca este reencuentro con el rey, hará una parada en Adelaide Cottage, la histórica mansión de Windsor en la que se está recuperando su cuñada, Kate Middleton, tras recibir el alta médica. Recordemos que las complicaciones en una intervención abdominal obligaron a la princesa de Cambridge a pasar dos semanas hospitalizada. Aunque no han trascendido nuevos datos sobre su situación, sí se ha confirmado que no podrá recuperar la normalidad en su agenda hasta que pase la Semana Santa.
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