Deobra Delone Redden, el preso que atacó la semana pasada a la jueza Mary Kay Holthus en Las Vegas (Nevada, EEUU) ha comparecido este lunes en el juzgado con un aspecto que se ha vuelto viral en pocas horas y que ha impactado a la sociedad.
Redden ha aparecido esposado, con guantes en las manos, mascara y una especie de bozal en la boca. Así se ha querido evitar, por todos los medios, que se repitiera una imagen como la que dio la vuelta al mundo hace una semana, cuando este hombre se abalanzó sobre la magistrada del Tribunal de Distrito del Condado de Clark saltándo por encima del estrado en el momento en el que iba a dictar sentencia contra él por robo, asalto y delitos contra la propiedad.
La misma jueza que fue atacada le ha condenado por los hechos que se le acusaban antes del grave incidente, recoge 'NBC News'. Redden ha sido flanqueado por un grupo de funcionarios carcelarios tanto a su entrada como su salida de la sala, así como durante el transcurso del proceso. Su abogado, Caesar Almase, se negó a hacer comentarios fuera de la sala del tribunal, según medios locales.
En el ataque de la semana pasada, Redden tuvo que ser reducido por varios funcionarios del tribunal y de la cárcel y miembros del personal de la sala del tribunal, incluidos algunos que fueron vistos lanzando golpes. Un mariscal del tribunal fue hospitalizado para recibir tratamiento por un corte sangrante en la frente y un hombro dislocado. Redden se lanzó contra la jueza justo después de pedir clemencia y describirse como “una persona que nunca deja de intentar hacer lo correcto por muy difícil que sea”.
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