El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, declaró que su país seguirá con las operaciones militares en Palestina "hasta el final", desestimando la posibilidad de un alto el fuego permanente en los próximos días durante las negociaciones en El Cairo. Las conversaciones, que se centran en buscar una tregua temporal y la liberación de rehenes, se reactivaron recientemente.
Netanyahu enfatizó su determinación al afirmar que "quienes piensan que nos detendremos no están conectados con la realidad. No dejaremos de luchar hasta que logremos todos los objetivos que nos hemos fijado: la eliminación de Hamás, la liberación de nuestros rehenes y la eliminación de la amenaza de Gaza".
El líder israelí destacó los intensos ataques contra supuestos objetivos de Hamás y sus afiliados, subrayando que están utilizando un "fuego infernal" en todas partes. Además, Netanyahu advirtió a los miembros de Hamás, afirmando que solo tienen dos opciones: rendirse o enfrentar la muerte.
Mientras tanto, el líder de Hamás, Ismail Haniye, viajó a Egipto desde Catar para participar en las negociaciones auspiciadas por ambos países. Aunque se había especulado sobre la posibilidad de un alto el fuego temporal, las declaraciones de Netanyahu indican una postura firme a favor de la opción militar.
La opción bélica ha empezado a ser cuestionada internamente solo después de que soldados israelíes mataran accidentalmente a tres rehenes la semana pasada, al confundirlos con miembros de Hamás. Este hecho, sumado a la captura de otros cinco rehenes, ha provocado reclamos para reconsiderar la estrategia militar.
Netanyahu, no obstante, aseguró a las familias de los rehenes en Gaza que trabaja para “promover un proceso de liberación”. Reveló que mandó al jefe del Mossad a Europa en dos ocasiones recientes con el fin de avanzar en la liberación de los rehenes.
La eventual negociación contemplaría la liberación de 30 a 40 rehenes, sobre todo mujeres, ancianos y los más afectados por el cautiverio. También se tratarían la duración de una tregua, el número de presos palestinos liberados a cambio y la ayuda humanitaria para Gaza.
Con más de 19,600 fallecidos, la mayoría civiles, y 52,500 heridos, además del desplazamiento del 90% de la población de Gaza, la zona sufre una grave crisis humanitaria debido a los bombardeos y enfrentamientos constantes.
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