El rehén de menor edad en poder de Hamás murió en un bombardeo del Ejército israelí

Las negociaciones para prorrogar la tregua entre Israel y Hamas se están llevando hasta el límite. Si no se llega a una acuerdo, 12 rehenes liberados este miércoles podrían ser los últimos. Aunque ambas partes se han manifestado optimistas y creen que podrán llegar a un acuerdo para prolongar el alto el fuego al menos dos días más. Las últimas exigencias de los terroristas de Hamás están complicando la solución. 

El alto el fuego permanente está lejano porque, aunque se prorrogue la tregua, una vez que finalice, el Ejército israelí volverá a luchar, según ha subrayado Benjamín Netanyahu, que insiste en que la extensión de la tregua dependerá de que Hamás continúe liberando rehenes. Por tanto, si no se alcanza un nuevo acuerdo, en menos de 12 horas volverán los combates. Esta jornada sigue la entrega de rehenes: el grupo islamista ha entregado a dos personas y se espera que se entregue a 10 más. Israel, por su parte, excarcelará a otros 30 prisioneros palestinos.

Hamás ha comunicado que no podrá poner en libertad a todos los rehenes. Faltarán tres: dos niños y su madre, a quienes se pudo ver cuando fueron secuestrados de su kibutz el 7 de octubre. Según el grupo islamista, la madre, el niño de cuatro años y el bebé de 10 meses fallecieron en un bombardeo israelí. El pequeño era el secuestrado de menor edad en poder de Hamás, y su fotografía estaba con la del resto de rehenes, entre los que está también el padre de la familia, del que nada se sabe.

El Gobierno israelí ha respondido que es responsabilidad de los secuestradores garantizar la seguridad de los rehenes en estos momentos discurre el sexto intercambio de secuestrados por presos. Entre los rehenes hay una madre y una hija con pasaporte dual ruso e israelí, como deferencia según hamas al presidente ruso.

Tregua en Gaza, pero no en Cisjordania donde han ocurrido escenas dramáticas. Un adolescente y un niño palestinos han muerto en Yenin. Muertes de las que los palestinos culpan al Ejercito israelí, que ha entrado para matar a un comandante de la Yihad Islámica.