Los obreros que pasaron 17 días atrapados tras un derrumbe en un túnel en India reaparecen en buen estado de salud. En su rápida recuperación, después de tantas horas sepultados, ha tenido mucho que ver, según cuentan, la práctica del yoga y el compañerismo que mantuvieron pese a la incertidumbre sobre su rescate.
Las imágenes fueron grabadas por ellos mismos mientras les realizaban un examen médico, se encuentran todos en buen estado de salud.
Los diecisiete días han estado hidratados y alimentados con arroz y lentejas que les hacían llegar a través de este pequeño tubo. Una especie de cordón umbilical que se abría camino a través de sesenta metros de escombros.
Los ingenieros indios enseñan con orgullo a las autoridades su método, hoy se paseaban por el túnel y entregaban a los 41 supervivientes un cheque de 1.200 euros como indemnización.
Los habíamos visto salir con la moral intacta, haciendo el gesto de la victoria y sonriendo. Ahora explican que fueron fundamentales los ejercicios de yoga que realizaban. También la compañía que se hacían unos a otros, incluso se entretenían con juegos del móvil, recargados con las baterías que les hacían llegar.
Hoy todos esos detalles llenan las páginas de los periódicos y los programas de la televisión india.
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