Dos personas han muerto en el pleno centro de Marsella tras producirse un tiroteo con Kalashnikov. Los hechos se han producido durante la noche del jueves 28 de septiembre cuando un individuo enmascarado salió de un coche con un Kalashnikov y disparó a sangre fría contra tres personas que paseaban por la calle, dos de las cuales murieron, uno de ellos fichado por la Policía por tráfico de drogas.
El autor de los disparos subió de nuevo al vehículo y se dio a la fuga. El coche, que tenía una matrícula falsa, apareció posteriormente incendiado. La prefecta de Policía de la ciudad, Frédérique Camilleri, ha asegurado en sus declaraciones a la televisión 'BFMTV' que todo a punta a que se trata de un "arreglo de cuentas" entre bandas de narcotraficantes que operan en Marsella.
Aunque se trata ya del tiroteo número 42 que se produce en lo que va de año, más que en todo 2022, en esta ocasión ha tenido más repercusión porque ha tenido lugar en el distrito 4 de la ciudad, un céntrico barrio donde no se conoce que exista tráfico de drogas.
Camilleri reconoció que en los últimos meses se han incrementado los actos violentos en la ciudad ligados al narcotráfico y lo vinculó a la lucha policial contra esta lacra que se ha incrementado de forma importante.
"Los arreglos de cuentas no conocen límites entre las bandas de narcotraficantes", señaló la agente, que relató que la Policía ha puesto fin a numerosos puntos de venta de droga en la ciudad, lo que ha acentuado la rivalidad entre las bandas.
"El trabajo que llevamos a cabo va a necesitar tiempo, pero lo vamos a afrontar de forma resuelta, les queremos demostrar que no nos vamos a detener", indicó Camilleri, quien señaló que Marsella ha visto reforzar sus efectivos policiales de forma importante.
Según la prefecta, en los últimos tres años han llegado a la segunda ciudad de Francia 400 agentes de la Policía y en los próximos meses se esperan otros 70.
Recalcó que su trabajo está "dando frutos, que se están evitando asesinatos", pero que necesitan más tiempo, al tiempo que señaló que la labor policial tiene que ir acompañada de otros instrumentos, como el desarrollo económico para "dar otra perspectiva a los marselleses que el tráfico de drogas".