El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha emitido este jueves un comunicado de rechazo a la decisión del Gobierno de Japón de arrojar al oceáno agua tratada de la central nuclear de Fukushima. Japón "se ha convertido en un saboteador del ecosistema", se lee en el texto.
"La eliminación del agua contaminada por la energía nuclear de Fukushima es una cuestión importante en materia de seguridad nuclear. Su impacto va más allá de las fronteras de Japón, y la cuestión no es en modo alguno un asunto privado", señala China en el comunicado oficial.
China ha asegurado que esta "egoísta" decisión del Gobierno japonés podría traer consigo consecuencia desastrosas para toda la población mundial, como ya ocurrió hace 12 años tras el accidente nuclear de Fukushima, que provocó una fuga de grandes cantidades de sustancias radiactivas hacia el océano.
"El Gobierno japonés no logró demostrar la legitimidad y la legalidad de la decisión de descargar hacia el océano (...) No logró demostrar que el vertido al océano fue seguro e inofensivo para el medio ambiente marino y la salud de las personas, y que el plan de monitoreo fue sólido y efectivo", argumenta Pekín.
"Japón tampoco logró realizar consultas exhaustivas con otras partes interesadas. El océano pertenece a toda la humanidad. Iniciar por la fuerza la descarga del océano es un acto extremadamente egoísta e irresponsable que hace caso omiso del interés público mundial", reprocha.
"Al verter el agua al océano, Japón está extendiendo los riesgos al resto del mundo y dejando una herida abierta a las generaciones futuras. Al hacerlo, Japón se ha convertido en un saboteador del sistema ecológico y un contaminador del medio marino mundial", han criticado duramente las autoridades chinas.
"Desde el momento en que Japón inició la descarga, se ha colocado en el banquillo de los acusados frente a la comunidad internacional y seguramente enfrentará la condena internacional durante muchos años", apunta.
"El Gobierno chino siempre antepone el bienestar de nuestro pueblo y tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar la seguridad alimentaria y la salud de nuestro pueblo", cierra un comunicado, emitido días después de que se hayan restringido ya las primeras importaciones de pescado y marisco japonés.