Al menos tres personas han muerto y siete más han resultado heridas, entre ellas una bebé de once meses, como consecuencia de un nuevo ataque de las fuerzas rusas sobre un núcleo poblacional de la localidad de Zaporiyia, en el este de Ucrania.
El alcalde de la ciudad, Anatoli Kurtev, quien ha expresado sus condolencias a las familias de las víctimas, ha denunciado en su cuenta de Telegram que el bombardeo ha alcanzado una zona residencial.
En total, 13 edificios y más de 400 viviendas han sufrido algún tipo de daño, por lo que Kurtev ha emplazado a los damnificados a ponerse en contacto con las autoridades para acceder a ayudas.