Un edificio en Teherán, la ciudad capital de Irán, acabó desplomando otros cinco inmuebles colindantes al producirse un fallo técnico durante su demolición, dejando el triste balance de cinco personas fallecidas y once heridas.
Según Jalal Maleki, el portavoz del departamento de Bomberos de Teherán, un grupo de funcionarios municipales estaba procediendo a la demolición del edificio, ya que se trataba de una construcción no autorizada. Debido a un fallo aún desconocido, la explosión creó un efecto dominó que derrumbó los demás edificios colindantes que aún estaban en construcción; ninguno de ellos habitado. El derrumbe sorprendió a muchas personas que estaban en la calle y que trataron de huir a toda velocidad.
Maleki precisó que entre los muertos había dos policías. Además, en el momento del accidente, seis oficiales y trabajadores municipales acabaron sepultados bajo los escombros. Rescatistas locales tuvieron que desplegarse de inmediato en el lugar del siniestro.
La Fiscalía de Teherán ha creado un comité especial para dar con las causas exactas del colapso. Para ello, se han designado dos diputados para supervisar la operación. Según una investigación preliminar de la Fiscalía, el siniestro podría deberse a la falta de medidas de seguridad durante la demolición. Las autoridades podrían arrestar a los responsables de los edificios derrumbados.