Por primera vez desde hace más de 60 años, actores y guionistas se unirán para protestar todas las producciones en marcha, después de que el Sindicato de Actores de Cine (SAG) convocara una huelga histórica. Se prevén numerosos retrasos y cancelaciones en las próximas semanas, salvo que se pueda dar un acuerdo rápido entre sindicatos y productoras. Algo que parece poco probable, ya que la huelga de guionistas, que empezó el pasado 2 de mayo, aún continúa sin resolverse.
Tanto el SAG como la Federación Estadounidense de Artistas de Televisión y Radio (AFTRA) llevan más de un mes negociando con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), que representa a empresas como Netflix, Disney o Warner Bros. Los temas de debate incluyen la regulación de los derechos de imagen, que no se han adaptado al auge del streaming, así como el uso de la inteligencia artificial y los cada vez más frecuentes castings virtuales.
La huelga afectará a más de 160.000 profesionales del sector, a quienes se les impedirá rodar series o películas y promocionar sus respectivas producciones audiovisuales de cualquier manera.
Según el portal Deadline, los programas de televisión que más probablemente se vean afectados incluyen House of the Dragon, Industry, o Bad Sisters, cuya segunda temporada probablemente no pueda comenzar a rodarse. Es también probable que Doctor Who, que ahora se produce en asociación con Disney+, también se vea afectado por la huelga.
En la industria del cine, las producciones de estudio, cuyos horarios son aún más largos y elaborados, pueden sufrir más daños a largo plazo si no completan el rodaje a tiempo, como sería el caso de, por ejemplo, Gladiator 2, de Ridley Scott, o Mission: Impossible - Dead Reckoning Part Two, éxito de taquilla de Tom Cruise, como detalla The Guardian.
Esta huelga, además, podría suponer una caída económica superior a los 2100 millones de dólares perdidos en una huelga similar de 100 días que se produjo en 2007, según estima Forbes.
Tony Marlow, CMO global de LG Ad Solutions, ve una gran pausa en la creación de contenido nuevo. “Sin acuerdos firmados con actores y escritores, los streamers no tendrán nuevo contenido [...] para poder llamar la atención de sus plataformas. Tendrán que comprar contenido existente cuya adquisición sea competitiva”. En la entrevista de Forbes, Maslow señala que el consumidor podría sentir los efectos de esto en forma de tarifas de suscripción más altas.
En un comunicado emitido por el sindicato sobre las últimas semanas de negociación, se rechazan las propuestas presentadas por la AMPTP, tachándolas de "ofensivas e irrespetuosas". Denuncian que la AMPTP se ha negado a negociar de forma significativa y ha vetado directamente muchas discusiones. A pesar de los cambios enormes que se han producido en el sector, la AMPTP busca mantener la congelación de contratos, según informa el portal Meristation.