Un terrible accidente laboral le costó el cuero cabelludo a Alexandra Trandafil, una joven trabajadora de Australia, que estuvo al borde de la muerte en 2020. La empresa Nippy's, dedicada al procesamiento de frutas, tendrá que indemnizarla por las graves secuelas que le impiden tener una vida normal.
Los hechos ocurrieron en noviembre de 2020, cuando Trandafil trabajaba en el área de lavado y clasificación de frutas. Al intentar desbloquear la cinta transportadora que se había atascado con unas naranjas, su cabello se enredó en la máquina y le arrancó la parte superior de la piel de su cabeza.
"En un instante, su vida llena de ilusiones se transformó en conmoción, trauma, dolor continuo y desfiguración. Creyó que iba a morir", declaró Katherine Eaton, vicepresidenta del Tribunal Laboral que investigó el caso.
Los compañeros de Trandafil la socorrieron rápidamente y la trasladaron al Royal Adelaide Hospital. Los médicos lograron recuperar parte de la piel de su cabeza de la máquina, pero solo pudieron reimplantarla parcialmente mediante una cirugía de urgencia.
Tras llevar el caso ante los tribunales, se ha dictaminado que la empresa Nippy's ha de pagar una compensación de 120.000 dólares estadounidenses a Trandafil, además de asumir los costos judiciales del proceso.
En unas declaraciones al diario australiano The Advertiser, su padre, Darrin Trandafil, comentó que se sentía aliviado de que Nippy's se hubiera declarado culpable en el caso porque Alexandra "no tuvo ninguna culpa del incidente".