La muerte de surfista Mikala Jones ha conmocionado al mundo de los deportes acuáticos. El deportista se seccionó la arteria femoral a la altura de la ingle y falleció desangrado mientras surfeaba en Indonesia. Su hija, Isabella, le ha dedicado unas emotivas palabras de despedida.
"Estoy tan incrédula en este momento, esto no se siente real. Te quiero mucho papá y desearía poder darte un último abrazo. Desearía poder decirte nuevamente cuánto te amo y gracias por ser el mejor papá. Desearía que todavía estuvieras aquí con nosotros, se suponía que no te ibas a ir todavía. Esto es demasiado pronto. Sé que ahora estás en un buen lugar con nana vi y tus amigos. Desearía que esto nunca sucediera y que pudiéramos despertar e ir a surfear juntos mañana por la mañana", comparte su hija.
"No estoy segura de cómo poner esto en palabras, pero mi padre tuvo un grave accidente de surf y no lo logró. Estoy feliz de que estaba haciendo lo que más amaba. La vida nunca será la misma sin ti. Te extraño mucho, haría cualquier cosa para tener un momento más, incluso si fuéramos nosotros discutiendo y luego riéndonos a carcajadas", continúa.
"Gracias por enseñarme tantas lecciones de vida y estar siempre ahí para mí. Desearía que todavía estuvieras aquí con nosotros en este momento. Siempre pensaré en ti papá".
"Te amo mucho, gracias por todo. Vuela alto, eres una maldita leyenda", concluye.
Santiago Pereira, amigo de Mikala y también surfista, ha narrado cómo vivió lo ocurrido: "Él se puso su Go Pro en la boca y empezó a remar con mucha energía para agarrar la segunda ola de la serie, la agarró, era muy grande, tres veces su tamaño", explica.
"Al salir de la espuma varios segundos más tarde, notó que se hizo un corte en la ingle, por lo que decidió soltarse el ‘leash’ (la cuerda con la que el surfista se mantiene atado a la tabla) para que no le cinche la pierna".
"Venía la siguiente ola atrás inclusive más grande que la que él se agarró y no podíamos entrar a buscarlo. Él pudo pasarla por abajo. Luego otra igual de grande, también la pudo pasar por abajo pero esta vez ya estaba sin fuerzas y no podía bracear más. Ahí pudimos buscarlo, su sobrino le cedió su tabla y se desmayó arriba de la tabla", lamenta.
"En el camino, pedimos auxilio y una ambulancia. 20 minutos después llegamos a la costa de Tuapejat donde nos esperaba la ambulancia. Lo bajamos de la lancha con varias personas ayudando. Él estaba ido, totalmente inconsciente. Lo llevamos hasta la camilla de la ambulancia, cerramos las puertas y se fue hasta el hospital pero ya era muy tarde, Mikala ya se había ido", lamenta.