Argelia exhibe su potencial militar de la mano de Rusia y a las puertas de España

  • Motivada por el problema irresuelto del Sáhara, la tensión entre Argelia y Marruecos, que hace casi dos años que rompieron relaciones diplomáticas, preocupa en Europa y España

  • El régimen militar muestra por primera vez en público el sistema de defensa antiaérea de fabricación rusa TOR-M2 en unas recientes maniobras militares con fuego real

  • Los dos vecinos del norte de África se han embarcado en los últimos años en una auténtica carrera armamentística

Argelia prosigue firme su rearme. Las tensiones en el interior del Magreb y el nuevo escenario mundial abierto con la invasión rusa de Ucrania no sólo no han detenido al gigante norteafricano sino que lo han espoleado en los últimos meses. El régimen militar presume ahora del sistema de defensa antiaérea de corto alcance TOR-M2 de fabricación rusa, como se encargó de escenificar el presidente Abdelmadjid Tebboune al supervisar –por primera vez desde su llegada al poder en 2019- las maniobras militares Fadjr, que tuvieron lugar en la ciudad de Yelfa –situada a unos 300 kilómetros al sur de Argel- el pasado 25 de junio.

La presencia del TOR-M2 en manos de las autoridades argelinas era, según el medio especializado MENA Defense, conocida por los expertos desde hace años, pero el presidente argelino, acompañado por el jefe del Estado Mayor del Ejército Said Chengriha, lo hizo claramente visible el domingo pasado.

El mensaje de Argel es claro: ante el refuerzo creciente de las capacidades militares de Marruecos y la también cada vez más importante presencia de Israel –que lleva más de dos años estrechando su relación con Rabat incluido el ámbito de la defensa- en el Magreb, Argelia deja claro que su rearme no se detiene. Por si quedaban dudas, el presidente argelino afirmaba desde Yelfa que “los contextos regionales aumentan la determinación del país para modernizar su sistema de defensa”, según recogía la agencia EFE.

La invasión rusa de Ucrania no ha menguado el apoyo del régimen militar –socio tradicional de Moscú- a la Rusia de Putin. No en vano, el mandatario, de 77 años y cara visible de la junta militar –le pouvoir real del país-, se desplazó hace apenas dos semanas hasta Moscú con objeto de “reforzar la asociación estratégica entre los dos países”, según recogía la agencia estatal argelina APS.

Durante su visita a Rusia, de tres días, Tebboune fue recibido por el presidente Vladimir Putin en Moscú, en una de las raras ocasiones en que el mandatario ruso se ha fotografiado en las últimas semanas con otros mandatarios internacionales.  El jefe del Estado argelino afirmaba en la capital rusa que “las presiones exteriores” no quebrarán la alianza entre los dos países y admitía que su país “había preservado la independencia gracias al apoyo de Rusia, que le ha suministrado armas en circunstancias difíciles”.

Entretanto, el mandatario argelino sigue postergando su viaje a Francia, anunciado para este mes que concluye: a pesar de que la visita de Emmanuel Macron a Argelia el pasado mes de agosto parecía haber reseteado las relaciones bilaterales, la desconfianza con París, que hunde sus raíces en un tumultuoso pasado colonial, no ha sido superada.

Maniobras con fuego real

No tuvo inconveniente en presumir el presidente argelino de que las maniobras Fadjr se llevaron a cabo con fuego real. El medio estatal ruso Sputnik daba cuenta del uso, además del sistema TOR-M2 –se desconoce el número de unidades incorporadas por Argel-, de los vehículos de apoyo a tanques BMPT y los lanzacohetes múltiples 9K58 Smertch de 300 mm y NM-21 Grad de 122 mm en los ejercicios celebrados el pasado domingo en Yelfa. Además, el medio oficial recogía la presencia en las maniobras de cazas Su-24ML, helicópteros de ataque Mi-28NE y tanques T-55MV. Todas ellas armas de fabricación rusa.

Por su parte, el sistema ruso TOR-M2 -evolución de anteriores versiones- es un sistema multimisión que se utiliza para proteger instalaciones militares y civiles de amenazas aéreas de bajo nivel, como aviones, misiles, drones y misiles de crucero. El sistema dispone de camiones móviles que transportan distintos tipos de misiles tierra-aire y uno de sensores, control y comando, que utiliza radares para detectar y rastrear objetivos aéreos y localizar objetivos potenciales, así como el lanzamiento de misiles de corto alcance, según sintetizaba EFE.

Además, las autoridades militares argelinas han mostrado otra novedad: la utilización de drones de ataque de fabricación china Wing Loong 2, incorporados –hasta 24 unidades- por las fuerzas armadas argelinas el pasado mes de mayo, según informaba recientemente la web defensa.com (Marruecos también cuenta con varios de ellos; no en vano la competición en este ámbito ha venido a evidenciar una auténtica guerra de drones entre Argel y Rabat).

En Yelfa el presidente Tebboune presumió de que su país “fue y sigue siendo una fortaleza de paz y seguridad” y aseveró que “nunca en su historia ha sido fuente de amenaza o agresión”. El jefe del Estado argelino destacó además que existen tentativas de “sembrar disturbios de seguridad en nuestra vecindad”, en un mensaje velado al archienemigo israelí.

Hostilidad entre vecinos que perjudica a España

Desde hace más de dos años Argelia y Marruecos se hallan embarcados en una auténtica carrera armamentística que preocupa, en un momento geopolítico ya suficientemente tensionado, en la Unión Europea. La existencia de dos bloques cada vez más definidos, el formado por Marruecos, Estados Unidos e Israel, por una parte, y el que constituyen Argelia y Rusia –con la sombra de Irán siempre revoloteando- ahondan en la internacionalización de un contencioso sin solución. Con todo –y a pesar de la guerra en Ucrania-, Rabat ha tratado en todo momento de mantener buenas relaciones con Moscú, sabedor de la importancia del apoyo militar ruso a su enemigo y vecino.

La disputa ha hecho que ambos vecinos del norte de África hayan incrementado sus presupuestos de defensa en los últimos tiempos. El gasto argelino en defensa se incrementó en 2023 nada menos que un 130% hasta alcanzar los 22.700 millones de dólares (desde los 9.800 del ejercicio 2022). El de Marruecos, más modesto, ha llegado este ejercicio a los 12.000 millones de euros.

Muy pronto, a finales del mes de agosto, se cumplirán dos años desde que los dos regímenes magrebíes rompieran relaciones diplomáticas. La hostilidad de Argel hacia sus vecinos quedó de manifiesto con el cierre del gasoducto Magreb-Europa a comienzos de noviembre de 2021, una infraestructura que abastecía también a España. De fondo, la cuestión del Sáhara Occidental, que sigue enfrentando a las dos principales potencias del Magreb desde hace medio siglo.

A las mismas puertas de España, la tensión entre Argel y Rabat llega en un momento poco propicio para una posible mediación de Madrid. El régimen argelino castiga al Gobierno vetando a las empresas españolas desde hace ya casi 13 meses por mor del giro diplomático firmado por Pedro Sánchez en el Sáhara Occidental. Las tentativas de la diplomacia española de normalizar la situación con la junta militar argelina han sido infructuosas, como lo han sido las europeas. Las pérdidas para los empresarios españoles, la mayoría pymes, son millonarias en un mercado dinámico que se ha beneficiado del alza de precios y la demanda internacional de hidrocarburos derivada del boicot a Rusia.

Además, con España inmersa en la precampaña de las elecciones generales, Argelia –que espera que el nuevo Gobierno se retracte del apoyo a Rabat en el Sáhara- y Marruecos –que confía en que una eventual administración presidida por Alberto Núñez Feijóo mantenga el respaldo de Sánchez a la propuesta de autogobierno-, que aguardan con atención, no moverán ficha previsiblemente hasta el próximo otoño.