En la costa australiana, las redes que impiden a los tiburones acercarse a las playas están provocando graves daños a las ballenas. Esta ballena jorobada de 10 metros se ha quedado enredada en una de ellas y no puede nadar con normalidad.
Los equipos de rescate que la han liberado piden que estas redes se retiren durante la temporada de migración de las ballenas, cuando decenas de miles de mamíferos marinos cruzan frente a la costa este australiana.
Los animales se pueden quedar atrapados en todo tipos de redes. Tanto para contener a otros animales, como de pesca o incluso entre plásticos. Los expertos piden prestar atención a este ámbito en Oceanía.