La presa de Nova Katkova en Ucrania ha saltado por los aires en un supuesto ataque de Rusia, aunque el Kremlin habla de sabotaje ucraniano. La explosión ha provocado un gran boquete en el muro de contención, que hace que el agua fluya descontrolada. Hasta 80 pueblos pueden quedar inundados. De hecho, ya han empezado las primeras evacuaciones de la población. Esta presa es la encargada del enfriamiento de los reactores de la central nuclear de Zaporiya, también en peligro. Mientras tanto, Ucrania podría estar lista para la contraofensiva mientras Rusia asegura haber frustrado un ataque a gran escala.
Las autoridades ucranianas han acusado a las tropas rusas de destruir la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, en el río Dniéper, a 60 kilómetros de la ciudad de Jersón.
El Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha informado de la destrucción de la infraestructura y ha indicado que está investigando la magnitud del daño, así como la velocidad y la cantidad de agua que afectarían a las zonas probables de inundación. Las autoridades han empezado las primeras evacuaciones. Hay 80 poblaciones amenazadas por el agua que fluye sin control.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha convocado de urgencia al Consejo de Seguridad y Defensa Nacional.
Zelenski ha acusado a "terroristas rusos" de la destrucción de la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka. "La destrucción de la central hidroeléctrica de Kajovka únicamente confirma a todo el mundo que deben ser expulsados de todas las esquinas del territorio ucraniano. No debe dejárseles un solo metro, porque usan cada metro para el terror", ha manifestado el mandatario ucraniano.
"Sólo la victoria de Ucrania logrará que vuelva la seguridad, y esta victoria llegará. Los terroristas no podrán detener a Ucrania con agua, misiles o cualquier otra cosa", ha dicho, antes de asegurar que "todos los servicios están funcionando" y confirmar una reunión del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa. "Por favor, difundan únicamente información oficial y verificada", ha pedido.
En esta línea, el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, ha dicho que "Rusia ha destruido la presa de Kajovka, causando probablemente el mayor desastre tecnológico en décadas en Europa y poniendo en riesgo a miles de civiles", ha apuntado en Twitter, antes de agregar que "es un atroz crimen de guerra". "La única forma de detener a Rusia, el mayor terrorista del siglo XXI, es expulsarla de Ucrania", ha zanjado Kuleba.
El jefe de la Presidencia ucraniana, Andrei Yermak, ha manifestado que este "crimen de guerra de los terroristas rusos" constituye el delito de "ecocidio". "Los rusos serán responsables de la posible privación de agua potable para las personas en el sur de la región de Jersón y Crimea, la posible destrucción de algunos asentamientos y la biosfera", ha explicado. Asimismo, ha alertado de que este incidente representa una amenaza para la central nuclear de Zaporiyia. Por ello, ha remarcado que hoy "la seguridad de las personas es una prioridad".
Sin embargo, Moscú ha informado de que la presa se ha derrumbado "debido a los daños", por lo que los territorios cercanos se están inundando. "Estaba tranquilo por la noche. La presa no aguantó, se derrumbó un soporte y comenzó la inundación", ha indicado una fuente a la agencia rusa TASS. Poco después, el alcalde de Nueva Kajovka, Vladimir Leontiev, ha confirmado ataques nocturnos a la central por parte de las tropas ucranianas, que habrían destruido las válvulas, por lo que "el agua del embalse comenzó a descarga incontrolablemente río abajo".
Leontiev ha declarado que las autoridades locales están trabajando para "las peores consecuencias" y ha denunciado que esto "es un acto terrorista muy serio", por lo que "estudiarán las consecuencias".
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó hace meses a las fuerzas rusas --que controlan la infraestructura desde principios de la invasión-- de colocar minas en las instalaciones con la intención de provocar una catastrófica inundación en las comunidades cercanas con el fin de frenar el avance de las fuerzas de Kiev.
Por su parte, los servicios de Emergencia rusos también han denunciado ataques ucranianos con misiles contra la prensa, que, sin embargo, no causaron graves daños.