En los supermercados alemanes, las fresas de Huelva son, por lo pronto, una entelequia. Ahora mismo es temporada de fresas por aquí y, de resultas, las fresas que más pueblan las estanterías de los supermercados germanos no son andaluzas, sino alemanas.
Sin embargo, Friederike Gravenhorst, una joven trabajadora de la plataforma de Internet alemana Campact!, está de enhorabuena junto a sus compañeros de iniciativa porque han logrado sumar unas 162.000 firmas contra las contra las “fresas baratas” que salen del “robo de agua”. Así se refieren en la campaña de Campact! a las fresas de Huelva. “Edeka, Lidl & Co.: nada de agua robada para las fresas”, ese es el nombre que tiene la campaña de Gravenhorst y compañía.
El nombre de la iniciativa alude a las grandes cadenas de supermercados alemanes Edeka y Lidl, a los que Gravenhorst y compañía piden que no vendan productos salidos de los recursos hídricos del Parque Nacional de Doñana. Al menos, que no lo hagan en un contexto como el actual, en el que hay sequía en el sureste español y, sobre todo, sabiendo de las intenciones del actual Gobierno de Andalucía de cambiar la legislación sobre regadíos.
Para los activistas de Campact!, ese contexto es una amenaza. “Vemos que hay una importante sequía en España y que, con el cambio climático, la región no se va a mantener, sobre todo, con un empeoramiento de la legislación para la región. Si se amplía la posibilidad de cultivo para fresas y frutas, a la larga, Doñana se secará”, dice Gravenhorst a NIUS.
Esta joven de 26 años, miembro de Los Verdes alemanes, teme junto a sus compañeros en Campact! y los firmantes de su iniciativa que “las política de Juanma Moreno Bonilla destruyan Doñana”. “Nos mueven razones ecológicas, tememos que la región se seque y que la fauna y la flora de allí desaparezca, y que eso cause que la economía de la región desaparezca, porque también los cultivos de las fresas desaparecerán si se quedan sin agua”, abunda Gravenhorst.
Ella da a entender que los célebres cultivos de fresa de Huelva no son sostenibles. Apenas tienen palabras para los reconocimientos - incluidos internacionales - que han logrado productores de fresas de esa región andaluza por el ahorro de agua. Son técnicas típicas de Huelva: el riego por goteo, el riego de precisión, el control de riego y programación del mismo, el riego deficitario regulado o la gestión de la humedad del suelo.
Sin embargo, el “saber hacer” de los agricultores de Huelva que permite producir hasta 300.000 toneladas anuales de fresas queda a un lado para Gravenhorst y su campaña. “Sabemos que en la región hay muchos agricultores que se esfuerzan en cultivar fresas de manera sostenible. Pero eso no es suficiente, al final, si el Gobierno de Andalucía autoriza cada vez más regadíos y más acceso al agua de Doñana”, dice Gravenhorst.
“Lo que hay es cada vez más presión del sector económico y eso consume el agua, que puede terminar acabándose”, añade la trabajadora ecologista de Campact!. A buen seguro que este convencimiento surge de la cobertura mediática que se ha ido haciendo de un tiempo a esta en Alemania de la problemática del agua en el Parque Nacional de Doñana.
En la página de Internet de Campact! ofrecen, junto al espacio para firmar la iniciativa, “más información” en forma de links hacia artículos que dan cuenta de la crisis hídrica que acusa la muy célebre región por sus frutos rojos.
“Se seca uno de los más importantes humedales de Europa”, “Una catástrofe para Europa” o “Un patrimonio natural de la UNESCO de España, amenazado de secarse”, son algunos de los titulares de grandes cabeceras alemanas que han tratado de un tiempo a esta parte la situación del Parque de Doñana. Es habitual que en este tipo de informaciones se aluda a las irregularidades, cometidas por algunos agricultores pero que parecen marcar a fuego en Alemania la actividad de los productores de fresas de Huelva.
“Donde una de cada cinco fresas crece de forma ilegal”, se dice en otro de los titulares a los que recurren en Campact! para justificar la urgencia y la importancia de su campaña. Dicho titular es del influyente diario Süddeutsche Zeitung, otros proceden del no menos relevante Frankfurter Allgemeine Zeitung, el semanario Der Spiegel, el también semanario Die Zeit o del diario británico The Guardian.
Los términos de la campaña de Gravenhorst y compañía no resultan menos alarmantes. “En España, Doñana, Patrimonio de la Humanidad, se está secando. Pero la industria de la fresa está explotando aún más agua (…) Gran parte de las fresas españolas se venden a Alemania. Firma ahora y exige que Edeka, Lidl y compañía dejen de vender fresas de la sequía”, se pide en la iniciativa de Campact!.
Cuando NIUS habla con Gravenhorst, ninguna de las grandes cadenas de supermercados alemanes reaccionaba a la campaña. En Rewe, la segunda cadena de supermercados, decían no sentir influencia por una iniciativa así, sobre todo ahora, dado que parece que prácticamente todas las fresas que venden son regionales.
Desde Aldi Nord, otra de las grandes compañías de supermercados alemanes, terminaban reconociendo este fin de semana a NIUS que en esta empresa “siguen muy de cerca la evolución política de Andalucía”.
“Estamos en contacto con la ONG Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y GLOBALG.A.P [organización dedicada al establecimiento de buenas prácticas de agricultura, ndlr.]”, añaden cuando se le pregunta a Aldi Nord sobre la campaña de Campact! sin dejar de afirmar la “completa adhesión” al “uso sostenible del agua” en las cadenas de suministro de la empresa. Dicen en Aldi Nord, además, que se “reservan el derecho a tomar medidas en caso de incumplimiento de sus principios” relacionados con los productos que venden y el medio ambiente.
Lo que sí saca una sonrisa de satisfacción a Gravenhorst es ver que su campaña ha contribuido a levantar tal debate en España que hasta notables del Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez se han pronunciado al respecto. Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno de España y Ministra para la Transición Ecológica se hacía eco de lo que entiende que es una “Alerta de los consumidores alemanes” al referirse en redes sociales a la campaña de Campact!. “Es imprescindible despejar ya cualquier duda: Juan Manuel Moreno Bonilla debe retirar de inmediato la ley de regadíos que amenaza Doñana”, según la ministra española.
El Ejecutivo andaluz se encuentra actualmente en fase de elaboración de una nueva ley que afecta a los regadíos en Huelva. A esa ley aludía Ribera en redes sociales y esa misma normativa Gravenhorst también la querría ver paralizada.
“Moreno Bonilla debe retirar la ley que prepara. Luego, tiene posibilidades de asegurar el cultivo sostenible de fresas, lo que significa que debe haber más reglas para el uso del agua, y también que apoye a los agricultores en esto; eso sería una buena iniciativa”, señala la activista de Campact!, en una sorprendente campaña política liderada por la extrema izquierda alemana.
“Las explotaciones de fresas actuales no funcionan, lo que hace falta es que se apoye a los agricultores, reduciendo los cultivos de fresas para hacerlos más sostenibles, se podrían dar ayudas del Gobierno para apoyar a los agricultores. Pero el modo en que se está explotando ahora la región no es sostenible durante mucho tiempo”, añade.
En el momento de escribir estas líneas, la iniciativa de Gravenhorst había recogido ya 162.831 firmas. Aún está lejos de su objetivo: las 200.000 firmas. Alemania tiene algo más de 80 millones de habitantes. El mercado Alemán representa una importante fuente de ingresos para los productores de fresas onubenses. Se estima que una de cada tres fresas que se cultiva en España acaba siendo exportada con destino Alemania.