Muy delgado, con la tez pálida y una barba recortada, así reaparecía el rey de Marruecos, Mohamed VI hace unas semanas durante la inauguración de la Casa de los Oficios y las Habilidades en Rabat (Marruecos).
Vestido con un holgado traje de chaqueta gris, su aspecto demacrado ha hecho saltar las alarmas sobre el estado de salud del monarca del reino alauita. Nada queda del rey de aspecto fornido y vital de hace un par de años.
Mohamed VI tiene 59 años, y hacía meses que no se dejaba ver en público ni en su país ni en el extranjero, donde suele pasar varias temporadas.
El monarca marroquí padece sarcoidosis, es una enfermedad autoinmune que ataca a los pulmones y a los ganglios linfáticos. Entre sus efectos está la dificultad para respirar y la pérdida de peso. La mitad de las personas que contraen esta enfermedad se terminan curando si logran controlarla en tres años. La sarcoidosis del rey de Marruecos se hizo pública hace ya cinco años.
Con un rey que se prodiga muy poco y tras las últimas imágenes, son varias las voces en Marruecos que empiezan a apuntar hacia una posible sucesión. Su hijo Mulay Hassan tiene ya 20 años. Fruto de su matrimonio con Laila Salma, el príncipe heredero ha recibido una educación internacional. Su pasión ha sido la de ser piloto y su padre no se ha opuesto a ello siempre y cuando continúe con la formación preparatoria para asumir el reinado.
El joven tiene el nombre de su abuelo Hassan y si llega a gobernar lo hará con el nombre de Hassan III. La casa real de Marruecos, una de las más opacas del mundo, no ha hecho ningún comentario sobre la salud del monarca. Esa cuestión es secreto de estado y nunca se ha comentado nada al respecto.
Tampoco se habla de sus salidas del país o de las posesiones que tiene. Se calcula que cuenta con una docena de palacios por todo el país y más de mil criados y personal de servicio. Si bien en un principo sus largas ausencias se achacaban a vacaciones o momentos de ocio, puede que sus dilatadas estancias en el extranjero se hayan debibo a cuestiones de salud.