Jens Soltenberg va a dejar de ser secretario general de la Alianza Atlántica. El actual secretario general afirma que no quiere seguir más allá del mes de octubre. A causa de la guerra de Ucrania, su mandato se ha convertido en uno de los más longevos con nueve años en el cargo. La batalla por la sucesión está abierta en Bruselas y el perfil de Pedro Sánchez es uno de los más mencionados para cubrir esa nueva vacante.
La imagen del presidente español no es nada desdeñable más allá de nuestras fronteras y tiene varios elementos a su favor: ha sido primer ministro, sabe inglés y francés y se maneja bien en el ámbito internacional. Recuerdan los mandatarios sus negociaciones para lograr la excepción ibérica y poner un tope al precio del gas. La Alianza busca un candidato del algún país sur después de que el cargo lo hayan ocupado varios políticos nórdicos en los últimos años.
El triunfo en la Cumbre celebrada en Madrid es otro de los puntos a favor del español. Para todos los aliados fue todo un acierto tanto por su éxito organizativo como diplomático. "La acogida en España ha sido perfecta. Todos los aliados expresan su gratitud a España, a Madrid, una hermosa ciudad, que ha sido el mejor marco posible" declaraba en su momento Jens Stoltenberg.
Con la Cumbre de Madrid se obtuvieron tres puntos clave que resumen los objetivos actuales. Con la invasión rusa, EEUU cree en la necesidad de aumentar el gasto y la presencia militar. Así lo aseguró Joe Biden al decir que la unión “se fortalecería en todas las direcciones, en todos los dominios: tierra, mar y aire”. También se mencionó la aceptación de las solicitudes de membresía por parte de Finlandia (que ya está dentro de la organización) y Suecia como el desafío que supone China tanto por su capacidad nuclear como por su posible relación con Rusia.
Y las circunstancias han hecho que el adelanto electoral convocado por Pedro Sánchez también favorece sus, hasta ahora, negadas aspiraciones.
La OTAN tenía pensado elegir al sucesor o sucesora de Stoltenberg en la cumbre que celebrará el 11 y 12 de julio en Vilna, en Lituania, pero la falta de un consenso claro hace que el escenario más probable sea un aplazamiento de la decisión. En un momento donde las tensiones aumentan por la invasión rusa y la entrada exprés de Finlandia en la OTAN, las miradas están puestas en el candidato que podría ocupar el puesto una vez que Soltenberg deje el cargo.
La intención de la organización es la de conocer la “disponibilidad” que podría tener Pedro Sánchez para el cargo, de ahí que hayan tomado la decisión de esperar. La intención es ver si gana las elecciones del 23J y sigue como presidente del Gobierno español o si abandona Moncloa y aumentan sus contactos diplomáticos para postularse al cargo.
"Se lleva a cabo mediante consultas diplomáticas informales entre los países miembros, que presentan candidatos para el puesto", según recoge la propia organización. Además, sus estatutos recogen que debe de existir "un consenso" para dicha elección. Este cargo siempre ha sido ocupado por una figura europea de alto nivel desde 1952 como Javier Solana (1995-1999). Pero siempre con la aprobación de EEUU por su aportación en materia de Defensa.