Terrible noticia en un orfanato de Jartum, el más grande de la República de Sudán. Hasta 13 bebés han muerto en un solo día, 60 desde el inicio de la guerra, hace más de un mes, entre facciones del ejército del país africano.
Los pequeños han perdido la vida desnutridos y deshidratados. No había nadie que los pudiese atender. El llanto de esos niños nunca había sido tan desvalido. Apenas han podido ser atendidos por el personal del orfanato.
La imagen de los pequeños cadáveres amortajados, esperando días y semanas para que alguien se los lleve para enterrarlos, es un símbolo del hundimiento del país en el caos. No llegan medicinas y si situación es alarmante.
El enfrentamiento armado entre el gobierno militar y las guerrillas paramilitares comenzaron hace un mes y medio. Los extranjeros han huido casi todos, pero la población local no tiene escapatoria. Y los más vulnerables, los más pequeños y sin familia, solo pueden contar con una única cosa para sobrevivir: su obstinada alegría.