Bryan Johnson, un empresario multimillonario de Estados Unidos, quiere conseguir la "juventud eterna". Para ello, gasta alrededor de dos millones de dólares al año en el cuidado de su piel, para intentar aparentar la edad de un joven de 18 años.
El último de sus excéntricos intentos por aparentar juventud ha consistido en recibir transfusiones de sangre de su hijo de 17 años, para intentar revertir el paso del tiempo y con ello las arrugas en su piel.
A sus 45 años, este empresario se ha realizado trasfusiones de sangre en una una clínica de salud situada en Dallas, Texas, EEUU.
El tratamiento consiste en una máquina que extrae un litro de sangre del hijo menor del empresario, para después separarla entre glóbulos rojos, plaquetas y plasma, y después inyectarla en las venas del millonario.
“Completamos el primer intercambio de plasma multigeneracional del mundo”, escribe el empresario en Instagram, junto a una fotografía con su hijo Talmage. “Divididos por la mente, unidos por la biología”, asegura.
Según mantiene el hombre, con 12 meses de transfusiones de sangre se produce una reducción equivalente a 31 años.