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Grupos de combatientes rusos opuestos al mandato de Vladimir Putin aseguran haber atacado la región de Belgorod, en la frontera con Ucrania. ¿Quiénes son estos milicianos rusos contrarios al Kremlin que dicen haber invadido una aldea fronteriza dentro de Rusia? Afirman haber cruzado desde territorio ucraniano y haber tomado la localidad de Kozinka mientras enviaban unidades a la ciudad de Grayvoron. ¿Se pueden convertir estos opositores internos en un quebradero de cabeza añadido para el presidente ruso?
Estos milicianos pertenecen a dos grupos distintos: la Legión Libertad de Rusia y el Cuerpo de Voluntarios Rusos (RVC). El primero es una milicia rusa con sede en Ucrania que dice trabajar desde dentro para derrocar a Putin, para "liberar a Rusia" de su líder. Tras la incursión del lunes, anunció en sus redes sociales haber "liberado por completo" la localidad de Kozinka.
En otro mensaje difundido en Twitter, combatientes de esa Legión Libertad de Rusia se dirigen a sus compatriotas: "Somos los mismos rusos que ustedes. Solo nos distinguimos por el hecho de que ya no quisimos justificar las acciones de los criminales en el poder y tomamos las armas para defender nuestra y vuestra libertad".
El portavoz del grupo añade: "Queremos que nuestros hijos crezcan en paz y sean libres; que puedan viajar, estudiar, ser felices en un país libre. Pero esto no tiene cabida en la Rusia de Putin podrida de corrupción, mentiras, censura, restricciones a la libertad y represión. Es hora de que termine la dictadura del Kremlin. Sed valientes, no tengáis miedo porque estamos regresando a casa. ¡Rusia será libre!".
Esa Legión Libertad de Rusia fue formada semanas después de que se iniciara la invasión de Ucrania (lanzada hace 15 meses, el 24 de febrero de 2022). Su objetivo es "liberar a Rusia del putinismo", según ha afirmado a la revista Newsweek Ilya Ponomarev, un político ruso exiliado que dice ser representante político del grupo de combatientes.
La Legión Libertad de Rusia fue declarada organización terrorista por el Tribunal Supremo ruso el pasado marzo.
En sus redes sociales, la formación ha asegurado que la "liberación" de la localidad rusa de Kozinka la llevó a cabo junto al Cuerpo de Voluntarios Rusos (RVC), otro grupo de milicianos contrario al Kremlin. Este está dirigido por un destacado nacionalista ruso que ha confirmado haber participado en la incursión.
El gobernador regional de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, atribuía esa incursión transfronteriza a "un grupo de sabotaje y reconocimiento de las Fuerzas Armadas de Ucrania". El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que se estaba trabajando para expulsar a los "saboteadores", informó la agencia estatal RIA Novosti. Según AFP, Moscú habría abierto una investigación "por terrorismo".
Los enfrentamientos están aumentando a lo largo de esa frontera entre Ucrania y Rusia y no está claro si la última incursión forma parte de una estrategia militar sostenida o si pretende ser un ataque de distracción, informa la cadena BBC.
El Kremlin ha asegurado que el ataque estaba diseñado para "desviar la atención" de Bajmut, la disputada ciudad del Donbás que Rusia afirma haber tomado por completo tras nueve meses de cruenta batalla. Kiev querría, asegura Moscú, "minimizar el efecto político de su pérdida".
Ucrania ha negado la conexión con esos combatientes rusos anti-Putin y asegura que actúan de forma independiente y que no están sujetos a control militar, informa The Guardian. "El Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad de Rusia, formados por ciudadanos de la Federación Rusa, han lanzado una operación para liberar estos territorios de la región de Belgorod del régimen de Putin y hacer retroceder al enemigo para poder para crear una determinada zona de seguridad para proteger a la población civil ucraniana", aseguró Andriy Yusov, portavoz de la inteligencia militar de Ucrania.
Un asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak afirmó, según The Guardian, que Kiev estaba "observando los eventos en la región de Belgorod" pero que no tenía nada que ver con los ataques.