Una gran nube que cubre Italia desde hace casi un mes, y que ha dejado lluvias continuadas en una primavera excepcionalmente húmeda, martiriza en las últimas 24 horas algunas zonas del país. Se han registrado cinco muertos y se buscan aún varias personas desaparecidas en la provincia de Forlì-Cesena, a un paso de Bolonia, ciudad también inundada, donde los vídeos de los ríos de agua y lodo que recorren los famosos soportales de la ciudad italiana han despertado hoy a una Italia preocupada por los efectos extremos del mal tiempo.
En las últimas horas han caído en esa zona noreste de Italia hasta 500 milímetros de agua en las zonas más críticas, la tierra no soporta ni una gota más pero sigue lloviendo de forma incesante y la alerta roja por mal tiempo se mantiene, al menos, hasta esta tarde. Las autoridades han cancelado el GP de Fórmula 1 que se iba a celebrar dentro de tres días en la región afectada.
En esa preocupante zona cero, en la región de la Emilia-Romaña, en estos momentos son 23 los ayuntamientos inundados, 14 los ríos que se han desbordado y 250 los puntos con riesgo de derrumbamientos, según los datos de las unidades de la Protección Civil sobre el terreno. El Gobierno declara que hará lo necesario para ayudar a la región donde ya han sido evacuadas 5.000 personas, pero el ministro de la Protección Civil, Nello Musumeci, que está gestionando con un comité de crisis la situación, confiesa a la prensa italiana que podrían ser más.
“Estamos preparados para intervenir como Gobierno. Ya hemos decidido destinar 10 millones para afrontar las primeras ayudas urgentes. Luego haremos un estudio sobre las zonas que tienen que ser reconstruidas y sobre un sistema hidráulico que hay que cambiar”, dijo. El ministro de Interior, Matteo Piantedosi, vuela esta mañana a la zona para realizar un mapa concreto de las zonas afectadas.
Una región que hace exactamente un año vivía, como el resto de Italia, una fuerte sequía que secaba sus ríos y campos y que hoy se encuentra inundada por un fenómeno opuesto, pero también extremo, que alerta a los expertos. Una situación que lleva repitiéndose desde el inicio de este mes, donde el cuadro de lluvias primaverales comenzó a ser preocupante porque caían cantidades de lluvia que se suelen registrar a lo largo de seis meses.
En la región emiliana cayeron entre el día 1 y 3 de mayo 240 milímetros de agua, de hecho ya en aquellos primeros días del mes esa misma zona tuvo que hacer frente a inundaciones en sus casas. En menos de 15 días la situación se ha repetido con un escenario aún peor donde los ríos ya no soportan más su caudal. En la ciudad de Forlì, siempre en ese mismo triángulo crítico, unidades del ejército acaban de llegar esta mañana para ofrecer apoyo en las labores de rescate.
Los expertos insisten que estos episodios, aunque a priori puedan no vincularse al habitual cambio climático de sequía y calor, entran en un escenario común de fenómenos atípicos. Con un suelo que sufre sequía crónica desde hace meses, las lluvias torrenciales de todo este mes de mayo suponen un escenario fatal que no se veía desde hace 30 o 40 años y causan daños igual que lo hace la falta de agua porque se llevan todo a su paso. Nos encontramos, dicen los meteorólogos, siempre en el contexto del cambio climático y de fenómenos récord, o mucha lluvia o mucho calor.
Escenas de angustia
La costa adriática de la región emiliana es la zona más golpeada en este momento. Cesena, un ayuntamiento de casi 100 mil habitantes, ha vivido un infierno en las últimas horas con inundaciones que llegan a los primeros pisos de las casas. Algunas personas han escapado nadando de sus viviendas y otras han tenido que ser ayudadas. Es el caso de una mujer que, en un vídeo que ahora difunde la prensa italiana, pide ayuda con su bebé en brazos con el agua que le llega hasta el pecho. Algunas personas se acercaron sorteando la situación catastrófica para poder salvar tanto a ella como a la pequeña.