Los tentáculos de Rusia en Sudán: ¿qué hacen los sanguinarios mercenarios de Wagner en el país africano?

  • El Grupo Wagner, cercano al kremlin, ha hecho incursiones en África en los últimos años y lleva operando en Sudán desde 2017

  • Estados Unidos ha mostrado su preocupación por la presencia en Sudán de este grupo de mercenarios que combate en Ucrania

  • Sus actividades en Sudán se vinculan a la explotación y saqueo de las minas de oro del país africano

El violento conflicto en Sudán ha puesto el foco en ese país africano. Allí se libran duros combates entre el Ejército regular y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). En ese avispero también se teme la presencia de los mercenarios de Wagner, el grupo cercano al Kremlin que combate en Ucrania y que es conocido por sus sanguinarios métodos.

Estados Unidos ya ha expresado su temor al respecto. El jefe de su diplomacia, Antony Blinken ha afirmado: "Tenemos preocupaciones muy serias sobre la implicación del grupo de Prigozhin (el jefe del grupo Wagner) en Sudán".

¿Qué papel podría jugar la milicia privada rusa en la guerra fratricida que azota a ese país africano? Esa es una de las preguntas en el aire. El Grupo Wagner está presente en Sudán desde 2017. Se le relaciona, entre otros asuntos, con la explotación y saqueo de minas de oro.

Según los expertos, el grupo está bien asentado allí, aunque de forma más discreta y menos visible que en otros países como Mali o la República Centroafricana.

El jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, niega cualquier implicación en el actual conflicto que vive el país. En el pasado, sí hay evidencias de la presencia del grupo en la zona y sus operaciones han sido sancionadas por Estados Unidos y la Unión Europea. Consideran que la empresa de seguridad está presente en el país africano a través de empresas pantalla relacionadas con la explotación del oro.

Explotación de minas de oro y vínculos militares

En 2017, el entonces presidente de Sudán, Omar al-Bashir, firmó una serie de acuerdos con el Gobierno ruso durante una visita a Moscú. Entre ellos, un pacto que permitiría a Rusia establecer una base naval en Puerto Sudán (al noreste del país), en el mar Rojo; esa base tendría capacidad para albergar y cuatro buques en Puerto Sudán, en una ruta comercial crucial para los envíos de energía a Europa, informa Associated Press. Por otro lado, se alcanzaron acuerdos de concesión sobre la explotación de oro entre la empresa rusa M Invest y el Ministerio de Minerales de Sudán.

Desde 2017, se han difundido imágenes que parecen ubicar a mercenarios rusos dentro de Sudán. Se cree que habrían ofrecido entrenamiento militar a cambio del acceso a los recursos naturales del país africano.

Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones a dos empresas mineras de oro de Sudán vinculadas al Grupo Wagner y que han sido acusadas de contrabando.

El líder de la organización de mercenarios es tajante al rechazar cualquier relación con el conflicto que azota el país. Sin embargo, una información exclusiva de la cadena estadounidense CNN asegura que ha estado suministrado misiles a las fuerzas paramilitares que luchan contra el Ejército.

Otra investigación de CNN reveló, el pasado julio, la existencia de 16 vuelos clandestinos desde Jartum y Puerto Sudán a Latakia, en Siria, donde Rusia tiene una importante base aérea.

Por su parte, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha defendido estos días la presencia en África del grupo mercenario, al que ha calificado como "una compañía militar privada"; aunque no se ha referido en concreto a Sudán.

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