Enfrentamientos en Sudán: un nuevo balance cifra en al menos 200 muertos desde el inicio de los conflictos

Un nuevo balance cifra en al menos 200 los muertos por enfrentamientos en Sudán desde el estallido esta semana de los combates entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido en la capital, Jartum, y otros puntos del país, según el Comité de Médicos Sudaneses. El Ejército sudanés ya ha anunciado la apertura de corredores de evacuación humanitaria para facilitar la huida de civiles.

El Comité de Médicos del país, ha vuelto a hace un llamamiento para "detener esta guerra inmediatamente" y permitir "que se abran pasos seguros para evacuar" a las personas que se encuentran atrapadas y heridas. Esta misma organización ha advertido de que los hospitales y las instalaciones sanitarias no serán utilizadas como refugios militares.  "Su violación es un crimen de lesa humanidad, valores y morales, y todos los tratados y pactos prohíben su violación", reza la misiva.

La OMS trabaja en la supervisión y aprovisionamiento de las ciudades afectadas

El comunicado ha sido publicado por el Comité horas después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) cifrase en decenas los muertos y más de 1.100 los heridos desde el inicio de los enfrentamientos el jueves pasado. La OMS, que ha recordado a todas las partes del conflicto sus obligaciones en materia de Derecho Humanitario Internacional, ha indicado que está supervisando las necesidades en las ciudades afectadas para asegurar que los recursos se destinan a los lugares que más se necesitan.

Civiles y organizaciones piden el fin de los combates y de la "militarización"

Las principales organizaciones civiles y partidos políticos de Sudán han reclamado al unísono durante el fin de semana no solo el fin de los combates entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), sino también el final de la "militarización" que ha dominado "el espacio público" el país durante décadas y, en particular, desde el derrocamiento hace cuatro años del dictador Omar al Bashir tras una revolución en la que los civiles fueron parte instrumental.

Antes del estallido de los combates, el país estaba gobernado por una junta liderada por el general Abdlfatá al Burhan que tenía como 'número dos' al cabecilla militar de la RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias 'Hemedti'. Las discrepancias entre ambos sobre la integración paramilitar en un futuro ejército unificado acabaron degenerando en este conflicto.