Bionce Amaya Cortez, de 20 años, ha sido hallada muerta el viernes 14 de abril en el municipio mexicano General Bravo de Nuevo León. La joven, residente en Texas, llevaba desaparecida desde el 6 de abril. Estaba allí de vacaciones de Semana Santa. Se han emitido órdenes de arresto contra dos personas en relación con los hechos.
Los resultados de las pruebas forenses han revelado que la joven murió por una "contusión profunda de cráneo, vertebro medular cervical y de tórax". Su cuerpo fue hallado el viernes en “un predio ubicado en la comunidad de El Verde", según un comunicado de la Fiscalía de Nuevo León.
A falta de que las pruebas de ADN confirmen su identidad, se ha confirmado que se trata de la joven porque la vestimenta y las características coinciden. Además, un hermano suyo habría identificado el cuerpo, según publica Univisión.
La joven desapareció el 6 de abril en la localidad de China, Nuevo León, a donde había viajado para pasar las vacaciones de Semana Santa con familiares y amigos.
Sobre la una de la madrugada, antes de desaparecer, relata su madre Flor Cortez, le envió un mensaje con un corazón. Ella le contestó una hora después y ese mensaje nunca le llegó.
Interrogaron a cinco personas, dos amigas con las que fue al cine y tres con los que cenó. Ninguno coincidió en su historia y ninguno parecía colaborativo con las autoridades, según ha denunciado la madre a medios mexicanos.
"Uno dice que ella ya no regresó de Montemorelos (donde fue al cine); otros dicen que pidió que la bajaran en una calle", especificó. Otros testimonios aseguran que la dejaron en un punto, donde se iba a encontrar con otras personas.
El secretario de Seguridad Pública de Nuevo León, Gerardo Palacio, comunicó el viernes que las autoridades habían registrado tres ranchos de personas cercanas a Cortez. Todas sus dueños tienen “antecedentes penales” y “han sido detenidas anteriormente por la Marina y por Fuerza Civil". Precisamente, fue en uno de ellos donde se encontró el cadáver de Bionce Amaya Cortez.