Ataque contra el primer ministro de Japón: explota una bomba de humo durante un acto electoral
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha sido evacuado tras el lanzamiento de una bomba de humo
Un hombre de 24 años se encuentra arrestado bajo sospecha de arrojar el objeto
La Policía estaba investigando el motivo y los antecedentes del presunto perpetrador
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha tenido que ser evacuado tras el lanzamiento de lo que aparentemente podría ser una bomba de humo cuando se disponía a dar un discurso en plena calle en la ciudad de Wakayama, según informa la cadena de televisión NHK.
El país, cabe recordar, celebrará el próximo fin de semana cinco elecciones parciales, incluso en el distrito electoral que quedó vacante por la muerte de Abe, tal como recuerda la agencia Bloomberg.
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Un hombre de 24 años, detenido por el ataque
Un hombre de 24 años se encuentra arrestado bajo sospecha de que arrojó un objeto parecido a una bomba de humo durante los prolegómenos de un mitin de Kishida en la prefectura de Wakayama, que causó heridas leves a un policía, según la agencia oficial de noticias japonesa Kyodo.
Kishida fue evacuado ileso del sitio y luego reanudó su programa de discursos del día tras un suceso a la sombra del asesinato el año pasado, antes de las elecciones legislativas a la cámara alta del país, del ex primer ministro Shinzo Abe.
"Ahora estamos celebrando elecciones, que son lo más importante para nuestro país", ha declarado Kishida en un discurso transmitido por NHK tras el incidente, "y con la ayuda de la gente quiero seguir adelante con estos importantes comicios hasta el final".
El secretario en jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno, ha explicado que la Policía estaba investigando el motivo y los antecedentes del presunto perpetrador, antes de recalcar que el Gobierno japonés garantizará sin ningún género de dudas la seguridad de los asistentes a la cumbre del G7 que comenzará el próximo 19 de mayo.
Políticos del gobierno y de la oposición condenaron el incidente. Hiroshi Moriyama, del gobernante Partido Liberal Democrático de Japón, ha denunciado lo ocurrido ante la cadena pública japonesa NHK como "un acto de violencia imperdonable" que atenta contra "la misma base de la democracia".