La reforma de las pensiones se lo está complicando y mucho a Emmanuel Macron. La indignación se ha apoderado de las calles, que amanecen en huelga general mientras las barricadas, los cortes de carreteras y las cargas policiales se han sucedido por todo el país tras otra noche de disturbios. La población se manifiesta enfurecida contra el retraso de la edad de jubilación propuesto por el Gobierno.
Concretamente, lo que contempla el Ejecutivo es el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años, y el dato que menos gusta de la reforma es el que implica que sean 43 los años que tengan que cotizar los franceses para cobrar la pensión completa. Eso significa que habría que empezar a trabajar a los 21 años.
En esta situación, gran parte de la ciudadanía se ha echado a las calles. Las protestas empezaron a mediados de enero. El día 19 fue la primera huelga general. Después se produjo la aprobación a golpe de decreto de la reforma por parte de Emmanuel Macron, algo que desató todavía más la indignación, provocando además en el marco político hasta dos mociones de censura. Ambas las ha superado, pero han debilitado mucho al Gobierno francés.
En este escenario, Francia vive ahora inmersa en la peor crisis política y social desde 2018. Ha habido varias huelgas generales y también sectoriales, que afectan a la basura y las gasolineras, y hoy, de nuevo, huelga general en Francia, con 12.000 policías desplegados.